Esteban Gascón: el pueblo que ya no quiere ser fantasma

GASCÓN.- Daniel Rolón pasó más de un año buscando trabajo de casero lejos de la ciudad. Retirado de la policía después de dos décadas de servicio y con maña para los oficios, proyectaba una jubilación junto a su familia en un ambiente menos hostil y más natural. En ese afán se cruzó con el Proyecto Pulpería, una ONG que hablaba de un tal Esteban Agustín Gascón, pueblo de cinco cuadras por dos y no más de 110 habitantes en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. El proyecto daba facilidades para la llegada de nuevos pobladores con ganas de trabajar y anhelos de una vida segura y apacible.

Rolón entendió que Gascón los buscaba a ellos. Ya lejos de Florencio Varela, él y su familia comprobaron que en el pueblo se duerme de un tirón, sin despertarse alertas ante cada ruido extraño. Que los vecinos los saludan como si los conocieran de toda la vida y que lo único que ocupa su mente ahora es poner a punto la casa que les cedieron en comodato por diez años.

Gascón quiere servir de caso testigo, de ejemplo multiplicador para torcer esa tendencia que impera en el país: la de esos pueblos abandonados por sus habitantes hasta que se convierten en fantasmas de escombros a la vera de la ruta.

Quien moviliza este sueño de recuperar la identidad de aldeas rurales y evitar su desaparición es Leandro Vesco, fundador de la asociación civil Proyecto Pulpería. Su idea es incentivar la vuelta a la vida en comunidad, resaltando el atractivo de esos valores que los pueblos aún conservan: amistad, solidaridad y tranquilidad. Pero la base para revertir ese drenaje poblacional, según Vesco, es la cultura y la educación. Por eso su primer paso es la creación de una biblioteca en el pueblo. El segundo da nombre al proyecto: recuperar la pulpería, el centro social. En Gascón, como ambos ya se concretaron, comenzó el proceso de repoblación. "Con muy poco la economía se empieza a mover -dice Vesco-. Con diez turistas por semana que pasen por Gascón, ya está. Lo que queremos también es que quien se quede lo haga por convicción, porque en ese lugar ve un futuro."

Gregorio Aberásturi vendría a ser el mecenas del proyecto Gascón. Productor agricolaganadero nacido en ese pueblo y que ahora vive en Carhué, cabecera del distrito de Adolfo Alsina, cedió en comodato por diez años algunas de sus propiedades en el pueblo: el viejo hotel, que ahora ostenta en sus distintas salas la biblioteca, la pulpería y el almacén de ramos generales; y casas de una planta, cerradas desde...

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