Espejito, espejito

Alguna vez fue un estanque de agua clara, quieta, nueva. Impulsado por un raro azar, alguien también muy nuevo se asomó, se asustó ante el ser extraño que emergía del fondo de las aguas, manoteó, creyó destrozarlo. Y se sorprendió como nunca al descubrir que apenas el estanque recobraba la calma, el desconocido volvía. Imposible calcular el tiempo transcurrido entre aquel lejano antepasado y las chicas que, ataviadas con tradicionales vestidos hanbok, se toman selfies en las afueras del palacio Gyeongbokgung, en Seúl. Saben hacerlo: entre dorada y tenue, la luz del mejor momento de la tarde hace honor a sus rasgos, al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR