Somos una especie que se deslumbra

La superstición es más cómoda; esa es su única virtud. El conocimiento, en cambio, conduce a corolarios inquietantes.Porque si no sabíamos lo que acabamos de aprender, entonces debe haber millones de cosas que ignoramos; sabia y socrática conclusión, pero no por eso menos embarazosa. El que va por la vida buscando respuestas y explicaciones es más consciente que ningún otro de su abismal ignorancia.Además, a poco de vislumbrar la relojería de la naturaleza, la escala inimaginable del cosmos, los vericuetos de la historia, las honduras de la psiquis humana o los incontables trucos de cualquier oficio, uno cae en la cuenta de que nada es simple.La superstición es al revés. Ofrece explicaciones libres de toda complicación, y, con esto, una confortable sensación de saberlo todo. O de no necesitar aprender nada más.Se critica al conocimiento científico porque la suya es una historia de refutaciones. A mucha honra. Lo más sustantivo de la ciencia tal vez no sea acertar, sino persistir en la pregunta y nunca dejar de dudar.Pero dudar es incómodo. ¿Y estudiar durante años los resortes del lenguaje, de las bacterias o de las partículas subatómicas? ¿A quién se le ocurre? ¿No habrá algún tutorial rápido en YouTube?Parece habernos tocado existir en una época paradójica de la civilización. De un lado, y gracias, en esencia, a que apostamos por la libertad de expresión, hemos hecho avances científicos que cortan el aliento. Estamos buscando el ladrillo último de todo lo que existe. Hemos llevado personas a otro planeta y varias de nuestras sondas ya han abandonado el sistema solar. Desentrañamos el genoma humano (y muchos otros) y en escasos 500 años pasamos de la sanguijuela al tomógrafo, de la prestidigitación a la inmunología, de la Tierra plana a las fotos de la radiación remanente del big bang.Pero al mismo tiempo tenemos movimientos que se oponen a la vacunación; que es algo así como oponerse a la Tabla Periódica de los Elementos. Uno piensa en el pobre Edward Jenner, que invirtió años de lucha para que la sociedad...

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