Una escuela de surf, la excusa para que chicos marplatenses conozcan el mar

MAR DEL PLATA.- La mayor emoción que todos esperan de esta aventura a la que llegan luego de un viaje en ómnibus de no más de 30 minutos es afirmar las plantas de los pies sobre las tablas y, tan erguidos como se pueda, dejarse llevar sobre la ola. Pero José María anticipa que cuando regrese a su casa les contará a sus padres y hermanos algo más importante que su experiencia inicial en el surf. Marplatense y con 7 años, acaba de tener su primer contacto con el mar."Es muy frío", grita el pequeño, que, de todas maneras, tras chapotear en la orilla, corre aguas adentro hasta que la primera ola con fuerza le da por las rodillas y lo tira de cabeza. Un chapuzón forzado del que emerge con una sonrisa enorme. Pura felicidad.Otros a la par, con sus lycras que les flamean, dan tumbos, pero no se rinden. Corren por su tabla, la cargan y vuelven a buscar la próxima ola, en lo posible con ayuda de un voluntario que aporte el empujón para que la espuma y la fuerza del mar hagan el resto."¿Vamos a volver?", pregunta Keila, feliz porque, si bien ella sí había venido antes a la playa, por primera vez cumple el sueño de probar cómo es eso de subirse a una tabla y viajar al ritmo del mar.Parece mentira, pero no solo es cierto, sino que se trata de una realidad amplia que alcanza a cientos, tal vez miles, de vecinos que nacieron y se criaron bien cerca de estas arenas que recién ahora conocen. La situación social y económica de sus familias los mantiene en zonas periféricas, no tan lejos de la costa, pero sin recursos para trasladarse más allá de las calles de su barrio.Esta aventura de acercarlos al frente marítimo de su ciudad tiene un culpable: Maximiliano Prenski, un experimentado surfista marplatense. Y varios cómplices, entre ellos, algunas ONG con las que articuló para que chicos locales puedan conocer el deporte que él mismo conoció de muy pequeño y -afirma- le cambió la vida.Cita semanal"Es una experiencia magnífica a cualquier edad, pero mucho más para los chicos, que pueden disfrutar del mar de la mano de la práctica de este deporte", cuenta a LA NACION quien fue campeón argentino de surf y desde hace 16 años da clases a novatos en la escuela que funciona en el sector de Playa Grande conocido como Biología.La cita es semanal y, en este caso, con chicos que llegan de la mano de Casa de 20, una entidad que lleva adelante su programa Jugando en las Olas. Un grupo por semana. El de esta visita corresponde a Batán (a 15 kilómetros al sur del centro)...

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