Escandaloso regreso de lo que se había ido

P or las manos de Julio De Vido pasó el 95 por ciento de las causas de supuesta corrupción durante el kirchnerismo. Esa es la afirmación que suelen hacer los jueces y fiscales más comprometidos con la investigación de aquella época inverosímil. Oscar Parrilli fue el jefe de los servicios de inteligencia de Cristina Kirchner cuando estos servían para el espionaje de críticos y opositores y para hurgar en las debilidades de algunos jueces. O para perseguir a los jueces independientes. También la inteligencia kirchnerista trabajó de ese modo -hay que ser justos- antes de que llegara Parrilli a la conducción de los espías. Los dos han vuelto. Un De Vido eufórico, desafiante y altanero recorre las radios asegurando que no hubo corrupción durante el kirchnerismo. Se explica: decir otra cosa significaría en su caso una autoincriminación. Parrilli contó, tal vez en nombre de su jefa, que ellos se sienten "orgullosos de que sean los del campo los primeros que nos ataquen". Esos dos hombres corporizan lo peor de la época en que gobernó Cristina, pero representan, al mismo tiempo, el regreso de los problemas más graves de la Argentina actual. La corrupción que la Justicia no castiga y la crisis con el sector agropecuario.De Vido está en libertad por una decisión arbitraria de la Justicia. Ya había sido puesto entre rejas después de que un juez de primera instancia, Luís Rodríguez, se negara a hacerlo. La Cámara Federal debió ordenarle al juez que reclamara de inmediato el desafuero del exministro (que era diputado) para poder encarcelarlo. Era por una causa de defraudación al Estado por muchos millones de pesos en la mina de Río Turbio. De Vido era presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados cuando lo juzgaban por la defraudación de esa mina. Estaba en condiciones de entorpecer la investigación. ¿Lo está ahora cuando regresaron al poder muchos amigos suyos? Es probable. De todos modos, el exhombre fuerte de la caja kirchnerista tiene una condena a 5 años y 8 meses de prisión (no excarcelable) por la tragedia ferroviaria de Once, dispuesta por un tribunal oral. Resulta que no es suficiente. Hay que esperar la resolución de la Cámara de Casación sobre la apelación de De Vido. Esa Cámara tiene el expediente desde marzo de 2019 y nunca lo movió. Ni convocó a las audiencias necesarias y ni siquiera lo leyó. El multiprocesado De Vido debería estar preso por la Tragedia de Once, que provocó la muerte de 51 personas, más que por la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR