Otro escandaloso caso de capitalismo de amigos

El capitalismo de amigos ha sido una constante en muchos casos de corrupción kirchnerista, pero pocos han quedado tan al desnudo y exhibiendo la red de protección estatal como el protagonizado por el Grupo Indalo, del empresario kirchnerista y zar del juego Cristóbal López, que reveló una investigación de LA NACION.

Tras la publicación, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) denunció ante la justicia penal a López, a su socio Fabián de Sousa y a otros directivos del Grupo Indalo por presunta insolvencia fiscal fraudulenta por haber retenido 8000 millones de pesos en impuestos y haber tergiversado los planes de pago que irregularmente le había otorgado la AFIP.

Al mismo tiempo, ese organismo está investigando internamente el papel que pudo haber cumplido en este nuevo escándalo su ex titular el kirchnerista Ricardo Echegaray, quien actualmente se encuentra al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN), cuando aún no se acallaron las críticas que levantó su nombramiento y su posterior decisión de investigar al actual gobierno.

La más elemental de las lógicas indica que la maniobra del Grupo Indalo jamás hubiera podido llevarse a cabo sin la complicidad de las máximas autoridades de la AFIP, entonces bajo la égida de Echegaray. Así fue como, durante los últimos cuatro años del kirchnerismo en el poder, la AFIP no reclamó como correspondía la creciente deuda que acumuló la petrolera Oil Combustibles, controlada por López y De Sousa. Esta compañía percibía el impuesto a la transferencia a los combustibles de parte de los distintos operadores de la cadena y luego se acogía a sucesivos planes de pago para refinanciar las sumas que no aportaba al fisco. Esos planes de pago de la AFIP se habrían otorgado sin cumplirse los requisitos legales.

Pero así y todo, los fondos que Oil Combustibles debería haber depositado, fondos que no eran suyos, se desviaban a diferentes empresas del Grupo Indalo y ayudaban a financiar la expansión de su emporio. De ese modo, y gracias a la complicidad activa de la AFIP, el conglomerado económico de López, que entre otros rubros incluye medios de comunicación que se dedicaron a la más abierta propaganda del gobierno que amparaba esas maniobras, creció con dinero ajeno.

Pero si del lado de López hubo un manejo escandaloso, ¿qué puede decirse de la AFIP, que de 2012 a 2015 mantuvo a Oil Combustibles en la órbita de una agencia de Palermo como si se tratara de una pequeña o mediana empresa, cuando en...

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