Escándalo y consejos en el Día de las Contraseñas

Fue quizás una de esas pequeñas burlas que el destino nos juega a veces. El jueves, cuando se celebraba el , se supo que una firma de seguridad informática había obtenido una base de datos con 273 millones de cuentas robadas al servicio de correo electrónico ruso , así como cantidades menores (pero significativas), de Gmail y Hotmail.

Si los promotores del de este año deseaban un debut estelar, no podían haber imaginado algo mejor. O peor, si entienden lo que quiero decir.

La compañía que encontró esta nueva filtración es Hold Security, la misma que en agosto de 2014 había revelado el robo de 1200 millones de contraseñas. En esta ocasión, le compró por 50 rublos (0,75 dólares) una masiva base de datos con más de 1100 millones de registros a un vándalo que había estado presumiendo online de su botín; en lugar de dinero, pidió que hablaran bien de él en la Red. Eso es ego y no pavadas.

Luego de depurarla y eliminar duplicados, quedaron 273 millones de cuentas de Mail.ru y decenas de millones de Gmail, Hotmail y otros. Sin embargo, según Hold, las credenciales no fueron sustraídas directamente de estos servicios. Lo que ocurrió es mucho más interesante.

Una contraseña para controlarlos a todos

Existe la tendencia, por otro lado comprensible, a usar la misma clave en todas partes. Como es prácticamente una norma que los sitios nos registren por medio de nuestra cuenta de correo electrónico, a los piratas hoy les alcanza con robarles las bases de datos de clientes a las compañías cuya seguridad no es de las más fuertes. Esas bases de datos pueden incluir información personal, y también correos electrónicos y contraseñas. Contraseñas que la mayoría usa también en Gmail, Outlook, Facebook, Twitter y todo lo demás.

Víctimas notables de esta clase de atraco virtual han sido Target, Adobe, eBay, Ubisoft, Home Depot y muchas otras. En este sitio hay una de los principales robos de bases de datos de usuarios de los últimos años.

Dicho simple: cuando usamos la misma contraseña en Gmail o Hotmail que en varios otros sitios, nos exponemos a que se queden con nuestra cuenta de correo. Lo que no es precisamente divertido.

La pregunta parece ser: ¿por qué seguimos usando la misma clave en todas partes, aún cuando es a todas luces riesgoso?

Pero no, esa no es la cuestión. Lo que hacemos mal es seguir usando contraseñas. Deberíamos cambiarlas por frases. Por dos motivos. El primero es que, si son lo bastante extensas, resultan muy difíciles de quebrar...

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