Cómo es el plan del nuevo ministro para pagar subsidios al interior y menos a CABA

El Presidente le tomó juramento al nuevo ministro de Trasporte, Diego Giuliano.

Diego Giuliano se convirtió la semana pasada en el tercer titular del Ministerio de Transporte desde que asumió Alberto Fernández. Al dialoguista Mario Meoni, que falleció en un accidente, le siguió la gestión deslucida de Alexis Guerrera. Tras su renuncia por un problema de salud, el rosarino, abogado y profesor de derecho constitucional, comparte con quienes lo precedieron una inhibición de tareas, pero, a diferencia de aquellos, se topará con un enorme desafío .

Primero, la inhibición: ninguna de los tres tocan ni una coma de lo que sucede en el mundo aerocomercial . Nadie puede dejas sus huellas digitales en el preciado tesoro de La Cámpora. Giuliano es el regulador y contralor de Aerolíneas Argentinas. Todos los organismos que intervienen en la actividad dependen de él. Pero nadie se mete en el coto de caza alambrado con púa por los militantes kirchneristas más encendidos. Eso no se toca.

Ningún ministro de Transporte de la Presidencia de Alberto Fernández tuvo injerencia en materia aerocomercial

A tal punto pasa la inhibición que ni siquiera los subsidios se canalizan por su cartera. El dinero que lubrica el emprendimiento aeronáutico camporista ya ni siquiera pasa por el Ministerio de Transporte, sino que sale de Economía y no se computa como "subsidios" sino como inversión financiera. Pillos los contables que crearon una manera simple, pero engañosa de generar una ficción: para los balances, es una capitalización que hace el socio mayoritario a la empresa.

El desafío que lo diferencia de Meoni y Guerrera es que ambos abrieron la canilla a los subsidios y mantuvieron relativamente quieta la tarifa. A Giuliano le tocará lidiar con una tarifa atrasada, con los gremios que reclaman más sueldos y los transportistas que piden aumento de compensaciones porque los costos no cierran. A eso se sumarán dos factores que lo condicionan. Por un lado, las metas fiscales que intenta cumplir su jefe político y ministro de Economía, Sergio Massa. Por el otro, la presión a no subir los boletos que siempre existe en años electorales. Un combo difícil de administrar.

En ese marco, y con un tiempo acotado de gestión, el ministro piensa en algunos andariveles que serán el pilar de su gestión. En principio, un axioma: entregar más subsidios al interior y negociar con la Ciudad de Buenos Aires para que aporte más dinero para el transporte público. Casi como si se planteara un...

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