Cómo es la esforzada vigilia del mes más caliente en los comedores populares

Merendero y Olla mis chicos

Un tupper , envases de alguna comida que ya consumieron, una cacerola, una asadera; todo funciona como recipiente para buscar un plato de comida. Poco antes de las 12 del mediodía "Lili", como la conocen en el barrio, abre la reja blanca que tiene un cartel que dice "Los peques de la matera". Es la señal de que ya están entregando comida. Revuelve la olla y con un cucharón de metal carga el recipiente que llegue.

"¿Qué tal Rene?", le dice a un hombre que ronda los 70 años y viene todos los días. "Llevo para nosotros y para mi tía", indica mientras le entrega a una de las voluntarias una bolsa con dos recipientes plásticos. Pasadas las 12 la calle de tierra de este barrio de Quilmes se empieza a poblar con los nenes que salen del jardín. "¿Hay merienda?", pregunta uno de ellos . Otro, vestido de negro y con ojotas entra acalorado. Entrega su tupper, se queja por no haber podido dormir porque su primo lloro toda la noche y repite la pregunta: "¿Hay merienda?".

Comedor Los Peques de La Matera en la localidad de Quilmes.

Atendido por Liliana Pérez.

" Yo me voy a dormir y pienso qué van a hacer estos chicos el día que yo no esté. Por más que no haga, ellos vienen; si me ven que estoy haciendo algo, ya entran ", relata la mujer de 60 años que hace 22 años que vive en esta casa. Tomaron las tierras en el año 2000, después de una quema. Adelante, vive su hijo y los ladrillos que ocupan parte del patio donde cocinan muestran que están construyendo otra casa detrás para otro de sus hijos.

"Anoche hicimos más de 24 kilos de fideos y nos quedamos cortos", cuenta Liliana Pérez que el día anterior se durmió a las 2 de la mañana porque fue a asistir a una nena que había sido golpeada por su madre. "No solamente cocinamos, estoy en todo lo que pasa en el barrio", agrega. Según sus cálculos, para la cena están entregando más de 200 raciones. " Hace dos meses que subió mucho, con una olla es imposible, viene la gente y no le podés decir que no" .

Media hora antes volcó los 5 kilos de arroz en la olla. Ya tenían lista la salsa con papa y como no tenían zanahoria, rallaron un zapallo. "Si no tenés, le pones más papa", indica. "Yo invento, no hay que tirar nada. Con las lentejas se puede hacer ensalada", relata Pérez en busca de opciones aptas para el verano.

Merendero y Olla Mis chicos, en Quilmes

A 55 kilómetros, en el merendero y olla "Mis chicos" es un día especial porque hay helado. "Cinco para ella y otros tres para él y Sandra...

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