Encontraron semillas de hace 2000 años, las plantaron y el increíble resultado los dejó sin palabras

Las semillas fueron halladas en Israel y datan de entre 1800 y 2400 años atrás

Un árbol frutal legendario perdido hace mucho tiempo se logró cultivar a partir de semillas de hace 2000 años . Dos científicas y su equipo consiguieron hacer crecer palmeras datileras a partir de las semillas que fueron encontradas en frascos en las ruinas y las cuevas del fuerte romano de Masada, en Israel .

La notable hazaña confirma la viabilidad a largo plazo de los granos de los famosos suculentos dátiles de Judea , un cultivo de frutas perdido durante siglos. Los resultados convierten a la experiencia en una excelente candidata para estudiar la longevidad de las semillas de las plantas.

Los dátiles obtenidos de las semillas milenarias

Tal como informa Science Alert , a partir de esos rebrotes de palmera datilera, los investigadores han comenzado a descubrir los secretos de las prácticas de cultivo altamente sofisticadas que fueron alabadas por Herodoto, Galeno y Plinio el Viejo.

"El estudio actual arroja luz sobre los orígenes de la palmera datilera de Judea, lo que sugiere que su cultivo, que se beneficia de poblaciones orientales y occidentales genéticamente distintas, surgió de variedades orientales locales o introducidas, que solo más tarde se cruzaron con variedades occidentales", escribieron los autores del estudio.

"Estos hallazgos son consistentes con la ubicación de Judea entre las áreas de diversificación de palmeras datileras de este a oeste, los centros antiguos de cultivo de palmeras datileras y el impacto de las rutas de dispersión humana en esta encrucijada de continentes".

En una antigua fortaleza palaciega construida por el rey Herodes el Grande y en cuevas ubicadas en el sur de Israel entre las colinas de Judea y el Mar Muerto, los arqueólogos recuperaron cientos de semillas de la palmera datilera.

Las seis palmeras que crecieron

Luego, un equipo de científicos dirigido por Sarah Sallon y Elaine Solowey , de la Organización Médica Hadassah en Israel, clasificó esta recompensa. Seleccionaron 34 semillas que pensaron que eran las más viables. Una fue separada como control mientras que las 33 restantes se empaparon cuidadosamente en agua y fertilizante para estimular la germinación. Al cabo de este proceso, se encontró que una más estaba dañada, por lo que fue descartada, y finalmente se plantaron las 32 semillas restantes.

De estos, seis de las semillas brotaron con éxito . Se les dio los nombres de Jonás, Uriel, Booz, Judit, Ana y Adán. En...

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