Las empresas se cansaron de jóvenes que dejan su trabajo

Un ingeniero recién recibido entró a un programa de jóvenes profesionales en una multinacional de primera línea. Recibió capacitación durante ocho meses y hasta viajó a la sede central, en los Estados Unidos, como parte de su formación. Cuando terminó, se presentó en RR.HH. y renunció. Su plan es poner en marcha un proyecto personal.

Para las empresas este caso no es inusual. No es raro que los gerentes de RR.HH. se quejen de que invierten tiempo y dinero en jóvenes que los abandonan de repente y los dejan con la misión de volver a reclutar a jóvenes que esta vez realmente quieran trabajar allí, y que lo sepan fundamentar bien.

Nicolás Brodtkorb, director de Recursos Humanos de HSCB Argentina, dice que el principal desafío que hoy tienen las empresas es que los jóvenes logren alinear sus expectativas a la realidad de la organización. No están capacitados para tomar decisiones ni dirigir equipos tan pronto como muchos desean. Esto demanda de ellos tolerancia a la frustración y madurez para superarla. "Las frustraciones a largo plazo son lo peor que le puede pasar a una carrera. Además le quitan credibilidad a la propuesta de valor de la empresa. Hay mucho trabajo para explicar a los jóvenes este tema. Lo hacemos mediante ejemplos de casos considerados buenas carreras dentro de la organización y con mentores", explica el ejecutivo.

El camino no es fácil, algo que muchos principiantes no siempre están dispuestos a aceptar. Para Diego Otero, gerente de Recursos Humanos de Philips para América del Sur, "a los nuevos talentos les cuesta entender que para aprender es necesario pasar por ciertos procesos operativos y que deben trabajar por objetivos y no depender de las directivas del jefe. Para lograrlo necesitan de flexibilidad y habilidades de comunicación. Deben ser capaces de dar y recibir feedback y comprender que éste apunta a construir un mejor desarrollo de carrera", explica.

Daniela Mora Simoes, directora del Programa de Formación Gerencial de IDEA y gerenta corporativa de Gestión y Desarrollo de Personas del Grupo Omint, percibe que "el compromiso es algo que cada vez cuesta más encontrar en chicos jóvenes". Ante esa situación se impone la redefinición del concepto de compromiso por parte de las empresas. "No es que los chicos no estén comprometidos, sino que quieren encontrar un sentido a lo que hacen y eso, para las empresas, implica un liderazgo con más comunicación", explica.

Desde Cimientos, María Cortelezzi, directora de Evaluación...

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