Los empresarios advierten que caería más la actividad

Derrumbe de las inversiones, mayor inflación, dificultad para acceder al crédito, menor nivel de actividad y caída de las importaciones de maquinarias e insumos son los principales efectos adversos que podría provocar un default en la Argentina, según la mirada de referentes de diferentes sectores de la economía local consultados por LA NACION.Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio, dice que el posible default significaría una pérdida de confianza de los mercados, algo que traería menor cantidad de inversiones. "La plaza local se achicaría para las empresas que busquen financiamiento y el mercado internacional quedaría vedado del todo -señala el directivo-. Lo que habría que preguntarse es qué va a pasar con los miles de millones de dólares que estaban previstos para YPF, que tenían jurisdicción norteamericana."Claudio Belocopitt, presidente del Grupo Swiss Medical, dueño de la prepaga de ese nombre y de compañías de seguros, dice que, con la eventual caída en default vendrían cinco meses de incertidumbre, porque, si bien se consideraría que no hubo intención de no pagar, los mercados igual se asustarían. En su opinión, se afectaría la posibilidad de acceder a los mercados y eso retrasaría la reactivación.En el sector salud en particular se depende de conseguir financiación para comprar equipamiento, algo que se agrava por el hecho de que las máquinas e insumos son importados. Belocopitt acota que lo que pase en los mercados afectaría también las inversiones de las reservas de las aseguradoras, que tienen muchos títulos públicos en sus carteras.El presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, dice que si se produce el default, lo que se viene es una profundización de los problemas que ya hay en el país: más dispersión entre el dólar blue y el oficial, mayor caída del nivel de actividad, más desempleo y más inflación. "Todo esto haría que la transición de final de mandato se torne aun más difícil", concluye. Y aclara: "No sería un default como el de 2001, porque el sistema financiero se vería muy poco afectado y porque hoy no existe el peso de la deuda que había en aquel momento".El actual diputado nacional por el Frente Renovador y ex presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, advierte que habrá momentos complicados hasta enero. Según su visión, no vendrán inversiones y, al faltar las divisas, se va...

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