El empresario pidió su libertad y habló de una 'venganza' judicial

El empresario Lázaro Báez pidió ayer su libertad, la nulidad de su procesamiento y la devolución de los bienes embargados por el juez federal Sebastián Casanello, que lo mantiene detenido por lavado de dinero. Báez dijo que está preso por una "venganza", que es parte de una "caza de brujas" y que es sometido a diario a una "hoguera mediática".

La defensa de Báez presentó ante el juez federal Casanello el escrito, donde también solicitó la nulidad del procesamiento que recayó sobre Martín Báez, hijo del empresario santacruceño que está preso desde el 5 de abril último en la cárcel de Ezeiza. Espera que estos argumentos sean tratados por la Cámara Federal para que revoque su prisión preventiva.

Los abogados de Báez, Rafael Sal Lari y Daniel Rubinovich, dijeron que esta causa "se ajusta a la agenda fijada por los medios" y señalaron que el juzgado es criticado si se aparta de esas sugerencias mediáticas. Insisten los letrados en considerar el proceso "similar al de la sagrada inquisición para el juzgamiento de los culpables".

Los abogados de Báez dijeron que Casanello actúa con arbitrariedad, y en ese sentido sostuvieron que encaró una excursión de pesca con el objetivo de apropiarse de todos los bienes de Báez y de su hijo.

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