La economía que imagina el Gobierno tras la estabilización

Queda mucho por liquidar, creen en el equipo económico. Hablan del campo, la cosecha récord, y lo que resta de soja. Esta coyuntura seguiría ofertando dólares hasta después de las PASO., con perspectiva de tasas por lo menos estables en la Reserva Federal de los EE.UU. (hasta el muy buen dato de empleo conocido ayer), y el aliento al ingreso de dólares a emergentes que ofrecen altas tasas en la lucha por bajar la inflación. Es ese el caso de la Argentina. Mejoraron los términos de intercambio y el dólar parece haber tocado un pico a nivel global, otra noticia que favorece a los emergentes. También aportan -claro- las ventas diarias de US$60 millones por día del préstamo del que, con , acaba de ratificar .¿Puede haber otro cimbronazo como el del año pasado o un reflujo del temor cambiario como el de marzo? En el Gobierno confían en que no. La puntada final a la extrema volatilidad -creen- la dio el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando desató en abril las manos del Banco Central (BCRA) para intervenir en el mercado cambiario. Era algo que venía debatiéndose con el staff técnico del organismo desde hacía por lo menos un año.Pero, con un esquema flotante, el equipo económico no descarta volatilidades acotadas para un tipo de cambio que analizan como "competitivo", lejos del atraso que algunos economistas comenzaron a pronosticar. No puede haber atraso -confían- cada vez que el dólar se aprecia desde el punto más alto de la serie. Sostenerlo en ese punto -creen- retroalimenta la inflación. ¿Las elecciones? En el Gobierno se suben el precio por la estabilización lograda. "Si ganamos, puede haber calma todo el año", dicen.Pero el oficialismo siente que todo lo anterior es una foto necesaria, pero no suficiente. No alcanza sin una base sólida. Allí, consideran que los fundamentos macro de hoy ofrecen un equilibrio "virtuoso" tras los ajustes de una cuenta corriente de balanza de pagos que llegaba el año pasado a seis puntos del PBI de déficit (US$30.000 millones) y un rojo fiscal que hacía inviable al país pese a la alta presión tributaria. En el oficialismo estiman que este año habrá un superávit comercial de US$14.000 millones, gracias a las mayores exportaciones, pero también por caída de importaciones.Los costos de ese ajuste fueron la actividad económica y una elevada inflación tras la depreciación del tipo de cambio "necesaria" para enfrentar un sudden stop y una sequía. La flotación cambiaria, como amortiguador, tuvo mayor impacto en...

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