La economía, el gran desafío

BRASILIA.- El posible gobierno del vicepresidente tendrá por delante serios desafíos económicos, político-sociales, judiciales y legales que determinarán la suerte de esa administración nacida del .

"La prioridad es recuperar la economía, y el punto clave será realizar un ajuste fiscal, con recortes o un incremento de ingresos que demuestren a los inversores que el camino de la deuda brasileña cambió y genere una inyección de confianza", destacó a LA NACION el analista Rafael Cortez, de la consultora Tendencias.

El problema que enfrentaría Temer en este ámbito es que esas acciones tendrán un costo político alto, y él, con un capital político limitado por el proceso de impeachment, debería ser muy criterioso para no desgastarse rápido.

Para ello contaría con el reconocido ex presidente del Banco Central Henrique Meirelles como ministro de Economía.

Al menos hasta que Rousseff no sea condenada y su permanencia en la presidencia confirmada hasta fines de 2018, Temer evitaría los temas económicos más espinosos, como la reforma de las jubilaciones o la alteración del sistema de indexación de los salarios.

Es más probable que, de entrada, se busque controlar gastos, aumentar algunos impuestos estratégicos y atraer inversiones a través de concesiones.

"En este primer momento tampoco debería haber recortes a los programas sociales, como tanto se teme. Esas medidas revitalizarían la resistencia del Partido de los Trabajadores (PT), de los sindicatos y de los movimientos sociales, y perjudicarían más a las clases bajas, que hoy son las que más sienten el peso de la inflación (9%), del creciente desempleo (10%) y la recesión (-3,8%)", advirtió Cortez.

En el área político-social, debería demostrar rápido -se habla de una "luna de miel" de 90 días- que está comprometido con el bienestar de toda la población, incluso aquellos sectores que han criticado más duramente la forma de acceder al poder, sin alienar a todos los partidos que apoyaron el impeachment a Rousseff y declararon su apoyo a Temer.

"La gran dificultad política es que pese a su gran base en el Congreso hay una minoría expresiva de la sociedad que estará en contra de su gobierno. Tendrá una transición muy difícil, mucho más que la de Itamar Franco después del juicio político a Fernando Collor de Mello en 1992", apuntó el politólogo Mauricio Santoro, profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro.

El delicado equilibrio político-social que tendrá que ejercer Temer ya se hizo evidente en...

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