La economía altera los axiomas de la contienda electoral

La persistencia de la está impactando sobre la disputa electoral. Los estudios de opinión exponen una novedad que modifica las estrategias de los actores principales. El axioma según el cual jamás superaría un ballottage se está relativizando. En los comandos de se incorpora esta innovación. Aunque la hipótesis más verosímil sigue siendo la reelección de , la probabilidad de que la expresidenta regrese al poder no es igual a cero.Además, la imagen del propio Macri sufre un derrumbe alarmante en ciudades que lo tenían por favorito en 2015: Mar del Plata, Mendoza, Córdoba, Rosario, La Plata. Con una peculiaridad misteriosa: cae la consideración sobre su persona, pero se mantiene la intención de votarlo. Estas noticias obligan a varios cambios de conducta. En especial, en el oficialismo.El lunes a la noche se registró una de esas alteraciones relevantes. Fue en la comida del Cippec. Allí Macri pronunció un discurso, por varios motivos, inusual. La rareza más interesante es que apeló a la historia. En contraste con las escasísimas referencias al pasado que suele tener la retórica de Pro, el Presidente citó a Perón, Frondizi y Alfonsín. Los tres fueron retratados como líderes que intentaron desbaratar un bloqueo corporativo que les impedía el éxito económico. Los tres fueron retratados, entonces, como precursores del que los evocaba.Esta presentación fue la aceptación tardía de un consejo: el de los que exhortaban al Gobierno a poner en evidencia, cuando llegó al poder, las miserias de la herencia recibida. Macri fue más inteligente que esos consejeros. Explicó que su tarea no es desandar el camino de una década. El nudo que debe desatar es secular. Aportó cifras. En 77 de los últimos 100 años hubo déficit fiscal. En los últimos 80, la inflación promedio fue, excluyendo los períodos de híper, de 62,6 por ciento. En uno de cada tres años hubo recesión. Se produjeron ocho defaults. El último fue el mayor en la historia humana.Al enumerar esas calamidades Macri buscó indultarse a sí mismo. A medida que las metas se vuelven más esquivas, conviene exagerar la dimensión de los obstáculos. Aunque tal vez el Presidente no se dio cuenta de que su inventario denunciaba, por lo atroz, la superficialidad con la que él se propuso, una y otra vez, derrotar a la inflación en un semestre. Dicho de otro modo: la comparación con la historia desnudó por enésima vez una propensión al optimismo, cuya consecuencia más inmediata es que las terapias recién se aplican...

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