Echan a los jefes de Gendarmería y Prefectura, pero crece la protesta

En medio de una tensión que escaló durante el día y que anoche no cedía, la presidenta Cristina Kirchner no logró frenar ayer la rebelión de la Prefectura Naval y la Gendarmería Nacional por los recortes salariales en esas fuerzas dispuestos a partir de un decreto del mes pasado.La Presidenta ordenó a primera hora dar marcha atrás en esas quitas y después hizo relevar a las cúpulas de las dos fuerzas de seguridad. El Gobierno responsabilizó a los jefes por una supuesta mala liquidación de los sueldos que habría provocado las rebajas, que en algunos casos llegaron al 70%.Pero no alcanzó: los suboficiales en rebelión de la Prefectura y la Gendarmería ?a los que se les sumaron algunos suboficiales de la Armada? subieron la apuesta y anunciaron que no levantarían la protesta si no les garantizaban un salario en blanco de bolsillo de 7000 pesos, además del blanqueo de los adicionales no remunerativos.Las manifestaciones de efectivos de seguridad se reprodujeron en casi todo el país, aunque tuvieron su centro en las sedes de la Prefectura y la Gendarmería en la Capital. Hasta allí llegaron también apoyos de policías federales y bonaerenses.La magnitud de la protesta puso en alerta a toda la clase política. Los principales bloques políticos del Congreso firmaron una declaración conjunta en la que exigen a los uniformados "adecuar sus acciones a pautas democráticas". La organización kirchnerista Unidos y Organizados denunció una "intentona destituyente y golpista".Por la noche, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, rechazó la protesta y dijo que los manifestantes "no pueden tomar la calle", aunque cuestionó "los maltratos" a los que, a su juicio, somete el Gobierno a las fuerzas de seguridad. Minutos después, Cristina Kirchner apareció en un acto público en la Casa Rosada junto con el presidente del Líbano, Michel Suleiman, pero evitó aludir al tema que tenía en vilo a su gobierno y al país.A medianoche, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y su segundo, Sergio Berni, esperaban en la sede del ministerio los resultados de las gestiones de los nuevos jefes de la Prefectura, prefecto general Luis Heiler, y de la Gendarmería, comandante general Enrique Zach. Eran sus primeras horas en el cargo, tras reemplazar a Oscar Arce y Héctor Schenone, respectivamente.Los nuevos jefes recibieron en el Edificio Guardacostas, sede de la Prefectura, un petitorio de suboficiales rebeldes de ambas fuerzas. Al llegar Zach, fue recibido al grito de "las fuerzas, unidas, jamás...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR