Nos duele Venezuela (VIII) Democracia y Derechos Humanos. Praetor Peregrinus

En Venezuela está en juego nuestra idea de democracia

Para la Argentina y para América latina, lo que está en juego hoy en Venezuela no es el apoyo o rechazo a un gobierno. Lo que está en juego es mucho más importante y profundo, ya que no tiene que ver con simples simpatías pasajeras, sino con las bases mismas de nuestra identidad y de la identidad latinoamericana.

Se juega, en primer lugar, nuestra relación especial y privilegiada con el pueblo venezolano. La estrecha relación entre ambos países viene, por lo menos, desde la época de José de San Martín y Simón Bolívar, cuando ambos liberaron nuestro continente. En los momentos más difíciles de un pasado no tan lejano, en los tiempos más turbulentos de nuestra patria, Venezuela abrió sus puertas a los exiliados argentinos. El apoyo venezolano a nuestro reclamo por Malvinas ha sido siempre incondicional y compartimos cuestiones estratégicas.

Los dos países fueron pioneros en establecer el derecho de asilo diplomático y político en el continente para la protección de la persona humana, la Argentina propuso el ingreso de Venezuela al Mercosur, y son tradicionales los respaldos recíprocos a las respectivas iniciativas en los ámbitos multilaterales.

Por los lazos históricos que nos unen, por la amistad de nuestros países y por la generosidad con la que los venezolanos han refugiado a nuestros compatriotas en desesperada búsqueda de un segundo hogar, no podemos hacer silencio o minimizar la gravedad de lo que vive Venezuela a la simpatía o no con un gobierno. En otras palabras, la Argentina tiene una responsabilidad y un interés particular en la evolución de la situación interna venezolana.

En segundo lugar, en cómo respondemos a Venezuela está en juego nuestra comprensión de los derechos humanos. ¿De qué se habla cuando se habla de los derechos humanos hoy en América latina y nuestro país? Los derechos humanos no pueden reducirse a juzgar hechos del pasado, sino que deben defenderse en el presente. Los derechos humanos como valor universal, como un valor no negociable, constituye un consenso que temo se estaría rompiendo frente a las conveniencias políticas del presente. A los argentinos en particular nos costó mucho construir ese consenso, mucha sangre, mucho dolor.

A nivel regional y global, la Argentina y América latina fueron y son fundamentales en la construcción, consolidación y protección de los derechos humanos. Ese consenso -que es ejemplo para el mundo- se fue plasmando gradualmente a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR