Un drama sin tragedia

"Lindo lo de Estudiantes hoy, ¿no?", me escribe en Twitter un hincha de Independiente, del que no vale la pena saber el nombre, pero sí que es abogado. Tal vez para comprender que, cuando la pasión se convierte en sinrazón, cuando el fanatismo nubla la vista hasta no dejar ver, de poco sirven los títulos y la formación. A esas alturas, Estudiantes perdía en San Juan con dos errores de sus defensores, es cierto, pero también lo es que Independiente perdía ante San Lorenzo, sin armas ya para pelear por su permanencia.No fue un descenso el de Independiente; fue una decantación. Algo lógico que se fue asimilando.Un proceso de deterioro institucional y deportivo que llevó a este resultado como algo lógico. Que se haya producido en un estadio a medio terminar es la imagen más simbólica de la nefasta conducción institucional, a la que le corresponde la primera mitad de este derrumbe y que se puede encarnar en el nombre de Julio Comparada. Que se haya concretado con una formación en cancha sin la mayoría de los futbolistas contratados en los últimos tiempos es la síntesis de la fallida conducción deportiva de la segunda mitad de la caída, a cargo de Javier Cantero.En el medio de los dos hubo unas elecciones con singular protagonismo de lo que dio en llamarse el "hincha genuino", contracara de los delincuentes que usan como alias oficial el eufemismo de "barrabravas".La tarea de...