Las dos fracturas que ayudan a Macri

Es imposible identificar todas las razones que convirtieron a Mauricio Macri en presidente. Pero hay una imprescindible: la división del peronismo. Esa fractura, que provocó Sergio Massa, fue su gran activo. Y sigue siéndolo. La crisis que se desató por la reforma del impuesto a las ganancias lo vuelve a demostrar. La tormenta se formó a raíz de un conflicto entre el Gobierno y la oposición.

Pero su resolución, que se seguirá negociando en las próximas 48 horas, no se debe tanto a la acción del oficialismo como a un factor más relevante: las contradicciones del PJ. Macri sigue encontrando en ese choque de intereses la fuente más importante de gobernabilidad.

El proceso sólo se vuelve comprensible si a la lógica tributaria se le superpone la disputa de poder.

Cámara de Diputados impuso un proyecto destinado a corroer al Tesoro o a provocar un antipático veto del Poder Ejecutivo, liderada por dos actores principales: Cristina Kirchner y Sergio Massa. Las diferencias entre ellos son numerosísimas. Pero hay una coincidencia central. Necesitan deteriorar a Macri cuanto antes. Massa, para mejorar sus chances en las próximas elecciones bonaerenses. La ex presidenta, por ése y mil motivos más. Emilio Pérsico insinuó la táctica para alcanzar ese objetivo en una entrevista con la revista Crisis: "El problema del Gobierno es que no le dejamos bajar el gasto público". Massa y su antigua jefa se propusieron, en nombre del salario de los trabajadores, aumentar el déficit fiscal. En Massa no cabe reprochar una incoherencia. Al contrario, él señala que el incongruente es el oficialismo: ayer, sus amigos recordaban que, en febrero, Elisa Carrió propuso elevar el mínimo no imponible a $ 47.430, una reforma más cara que la que de Diputados. En la señora de Kirchner, en cambio, la inconsistencia es habitual. Cuando el gremialista Gerardo Martínez le sugirió bajar Ganancias, respondió: "¿Para qué? ¿Para que la clase media compre dólares y se vaya a Miami? Ni loca".

La reacción más eficaz contra la embestida fiscal no provino del Gobierno, sino de la interna peronista. Juan Urtubey, su hermano Rodolfo y su primo Dalmacio Mera Figueroa se preguntaron algo elemental: ¿en qué los beneficiaría inducir a un descalabro, si su duelo con Cambiemos está previsto, en el mejor de los casos, para 2019? De pronto Urtubey advirtió que estaba trabajando para Massa, a quien ve como rival.

El razonamiento de los Urtubey y Mera se extendió al resto del PJ federal, estimulado por...

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