Dos destinos macerados al calor del renacer judicial

Antes de fin de año se conocerán dos decisiones espectaculares de la Justicia. Distintas instancias en los tribunales ordenarán la prisión del ex ministro Julio De Vido y del ex presidente Carlos Menem. En ambos casos, la prisión efectiva sólo será posible luego de un desafuero en la Cámara de Diputados, en el caso de De Vido, y en el Senado, en el de Menem. La Justicia, sobre todo la federal, tomó en los últimos tiempos un ritmo frenético de decisiones sobre varios hechos de corrupción durante los años del kirchnerismo. Por primera vez, además, la Justicia dejó de lado una jurisprudencia implícita. Señalaba que los jueces no debían tomar decisiones importantes durante los períodos electorales, que puedan eventualmente influir en los resultados de las elecciones. Varias resoluciones de los últimos días están subrayando que esa jurisprudencia tácita fue sustituida por otra que determina que los jueces no pueden someterse a los vaivenes electorales.

Anteayer, Germán Moldes se convirtió en el segundo fiscal en pedir la prisión preventiva de De Vido. Ya lo había hecho Carlos Stornelli, a quien la Sala II de la Cámara Federal le dio, de algún modo, la razón cuando anuló una resolución del juez Luis Rodríguez. Este magistrado había rechazado el pedido de Stornelli; la Cámara Federal le hizo un severo reproche al juez por su decisión de desestimar el pedido de Stornelli. Tal vez, el punto más importante de la resolución de la Cámara es un párrafo del juez Martín Irurzun en el que sostiene que hay que prestar especial atención a aquellos imputados que están en condiciones, por sus posiciones de poder, de afectar la investigación de las causas abiertas. Si bien la Cámara no escribió un nombre para esa definición, Moldes interpretó el fallo y le puso nombre y apellido: se llama Julio Miguel De Vido.

De Vido no sólo es diputado, sino también miembro de la Comisión de Energía de la Cámara. La Justicia investiga el despilfarro de $ 26.000 millones en el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio, vinculado también a la energía. Lo que Moldes señala que es que De Vido fue durante 12 años ministro de tres gobiernos y el que administraba la mayor cantidad de dinero del presupuesto. ¿No es probable que haya dejado amigos o conocidos en algunas covachas del Estado que puedan presionar sobre testigos o eliminar pruebas? Esta pregunta del fiscal, que de alguna manera también se la había hecho la Cámara Federal, es lo que pone a De Vido con un pie en la cárcel. Una...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR