A dos años del día que la impunidad se sacó una selfie

"A los idiotas les digo que la Argentina de los vivos se terminó. Al que viola la cuarentena, le va a caer todo el rigor de la ley, y si va en su auto, se le secuestra el auto, porque es una persona muy peligrosa, que está exponiendo a todos los demás", resaltó Alberto Fernández en marzo de 2020, cuando anunciaba con todo rigor las medidas restrictivas que él mismo establecía para controlar el tránsito comunitario durante la pandemia. Normas que no parecieron ser tan estrictas ni necesarias porque el propio Presidente no cumplió. Meses después, el 14 de julio, Fernández, la primera dama, y un grupo de amigos, celebraban el cumpleaños de Fabiola Yañez en la Quinta de Olivos. Con el tiempo aparecieron fotos y videos del evento que llevó a todos los participantes ante la justicia, que pudieron eludir gracias a la complicidad de los funcionarios judiciales que aceptaron una caución monetaria a cambio de quedar absueltos.

Hoy se cumplen dos años de esa reunión que, para muchos, terminó siendo una suerte de oprobio a la sociedad, con un resultante de impunidad que aún golpea en la cara de todos los argentinos.

Eran épocas donde Fernández hacía comparaciones absurdas sobre el manejo de la pandemia, que nos ubicaba infundadamente como ejemplo en el mundo. De hecho, horas después de una de esas tantas veces donde caía en esa tentación mentirosa, renunciaba su ministro de Salud. También, días atrás, luego de señalar que la economía estaba creciendo, al otro día renunció su ministro de Economía. Evidentemente el tino no es su mejor virtud .

Los resultados finales del manejo de la pandemia demostraron que fuimos parte del grupo de países que adoptaron las estrategias más equivocadas, manchadas con hechos de corrupción aberrantes, como el vacunatorio vip, (la inmoralidad ejercida por el poder político más grande desde el retorno de la democracia) sesgada por privilegios inmorales y que lastimó profundamente la razón de una sociedad que perdió vidas de seres queridos sin poder acompañarlos ni despedirlos; se quedó sin trabajo, sufrió penurias económicas y lo peor, que alguna vez debe ser investigado: fue víctima de flagelos y violaciones a los derechos humanos y civiles, que dejaron 23 muertes, según informes que manejan diputados opositores, persecuciones, violencia policial, apremios ilegales y torturas. Mientras todo esto pasaba, en Olivos sucedían cosas, desfilaban peluqueros, coloristas, amigos, hasta la mascota del Presidente, Dylan, tenía clases...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR