Dominios que valen millones

La palabra sexo vende, y mucho. Es con esta idea en la cabeza con la que debe entenderse la decisión de Clover Holdings, una empresa establecida en el antiguo paraíso fiscal del caribeño Saint Vicent, de comprar el dominio sex.com por nada más y nada menos que US$ 13 millones.La noticia se conoció esta semana y volvió a poner sobre el tapete el funcionamiento del comercio de dominios, y qué es lo que ofrece un dominio genérico a una marca: tráfico asegurado en Internet, o sea, más negocios. Pero también revitalizó el oscuro mundo de los ciberokupas , aquellos que se aprovechan de las grietas en el sistema que pone el nombre a las URL (Localizador Uniforme de Recursos, en español) para hacer dinero.Según un artículo publicado en el diario español El País , hoy existen cerca de 90 millones de dominios puntocom, pero son pocos los que son cortos, sin números y fáciles de recordar, algo así como la Biblia de un dominio ganador. Juegos.com, el más caro en castellano, fue vendido en 2006 por US$ 10 millones. El dominio más lujoso de la historia era insure.com, por el que se había pagado el año pasado 11,4 millones de dólares."Es importante para una empresa tener un dominio relacionado a su trabajo o nicho porque existe el usuario type-in , que es aquel que escribe lanacion.com y le pone enter o el que busca ?porno´ y escribe sex.com. Eso se traduce en mucho tráfico casi gratis", señaló Mariano Amartino, consultor y autor del blog Uberbin.net.Un ejemplo a nivel mundial de cómo funciona esta industria es sedo.com, un sitio dedicado a unir a compradores y vendedores de dominios. Su volumen de transferencias alcanza los US$ 8 millones por mes, tiene cerca de 1,4 millones de usuarios y 13,5 millones de dominios en su base de datos. Vende unos 3000 cada 30 días. ¿Cómo funciona la industria del dominio en la Argentina? El registro de nombres de dominio es gratis, de la misma forma que las presentaciones para oponerse a un registro existente por usurpación. Además de ser gratuito, ningún trámite en nic.ar (que depende de Cancillería) necesita de un gestor. "Se supone que es de buena fe, y que se basa en un interés legítimo de parte del que registra", aseguró Gustavo Soliño, coordinador del organismo. "El modelo nació en el país pensando en posicionar el dominio .ar, y se logró. Mientras que en España de cada 100 dominios 50 son .es, y 50 genéricos, en la Argentina de cada 100 dominios 96 son .ar. Esto se logró gracias a la gratuidad. Y si bien tuvo como efecto adverso...

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