Domínguez analiza dejar la carrera presidencial para suceder a Scioli

Tenía veinte periodistas adelante. Pero en el clima distendido que caracteriza a los brindis de fin de año, habló sin cassette. Por primera vez dijo ayer que, pese a que mantiene sus , no descarta terminar como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

"Yo me comprometí con la Presidenta a acompañarla en lo que ella necesite", respondió Domínguez a la pregunta de si desechaba la posibilidad de competir para suceder a Daniel Scioli.

Mientras jugueteaba con una copa de champagne vacía, el presidente de la Cámara de Diputados se reconoció como el precandidato presidencial "menos taquillero" del oficialismo. Pero se mostró confiado en que la candidatura del Frente para la Victoria no surgirá de elecciones primarias en el espacio, sino de una decisión de Cristina Kirchner. "No tengo dudas de que ella se va a pronunciar. Es la gran electora", dijo.

En el Salón Delia Parodi de la Cámara baja, Domínguez reiteró que no se sentía representado por Scioli y relativizó las posibilidades electorales del gobernador bonaerense. "Falta mucho. El que entre papa sale cardenal", dijo, sobre el postulante kirchnerista que mejor mide en las encuestas. Recordó, además, la maldición que pesa sobre los gobernadores de la provincia de Buenos Aires: ninguno llegó nunca a ser presidente.

"¿Y si Scioli fuera presidente, usted podría ser ministro?", lo arrinconaron de nuevo. "No me sentiría cómodo en un gobierno de Scioli", contestó, sin vueltas. Y agregó que si el gobernador bonaerense sucediera a Cristina Kirchner él quizá volvería "a la actividad académica".

Domínguez tampoco se anduvo con rodeos cuando se le preguntó sobre su compañero de fórmula. Como ya había dicho a mitad de año, el jefe...