La doble amenaza brasileña

Está la tentación de ver esta Copa América como una bandeja de plata para la ambición argentina de recuperar un título oficial después de 18 años, pero pensar así sería menospreciar la piedra en el zapato que lo espera en algún lugar de ese camino. Esta vez, y por aquel motivo, Brasil llega con la carga de responsabilidad algo alivianada, pero ¿eso es buena o mala noticia para sus rivales? Habría que suponer que ni una cosa ni la otra: la excelencia del potencial brasileño no suele depender de esas circunstancias. Brasil se ha hecho cargo mil veces exitosamente de su papel de favorito, pero también supo funcionar desde un segundo plano. La Argentina lo supo amargamente en Venezuela 2007, por ejemplo.Y ahora al scratch no le faltan razones puntuales para ser tomado como una amenaza mayúscula. Dos de ellas tienen nombre: Neymar y Alexandre Pato. Comparten muchas cosas: juventud (19 años tiene el crack de Santos, 21 el de Milan), talento explosivo y una fuerte motivación para ganarse un espacio importante en el proyecto del técnico Mano Menezes.Neymar da Silva Santos Junior, Neymaradona en el optimismo frondoso de parte de la prensa brasileña, llega con el impulso anímico que significó la obtención de la Copa Libertadores, con Santos. Gambeta, fantasía, gol y un punto de arrogancia en el gesto para jugar ya le dieron carácter de personaje. Está entre los animadores de la concentración brasileña, en Los Cardales. El frío de estos días, algo a lo que no está acostumbrado, le molesta; el gorro con el que ayer intentó defenderse de la baja temperatura en la práctica movió a una sugerencia del DT: "Sacátelo, te está molestando para cabecear". El pibe obedece, se acomoda la rara cresta de mohicano que adoptó como peinado y sigue con una sesión que también aprovechará para ensayar festejos originales...Para Alexandre Rodrigues da Silva, o Alexandre Pato, el lugar que se le dio en el equipo es una suerte de rápida reivindicación. El año pasado, Dunga lo dejó al margen del proyecto brasileño para el Mundial. Viajó a Sudáfrica, pero como hincha. "Fui como un torcedor normal, a mirar todo. Quería saber lo que era un Mundial y me tocó alentar a la selección", recordaba ayer. Rápidamente -porque unos...