Divorcio

La diputada Diana Conti acaba de sorprenderse de que la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, pese a haberse divorciado siga siendo vista como una niña dulce y bonita. El divorcio como una mancha. Es un hallazgo de género: ninguno de los legisladores machistas que nos avergüenzan con sus ideas retrógradas, aunque ante las cámaras celebren el colectivo #NiUnaMenos, pudo haber desnudado sus convicciones rancias con mayor transparencia. Es cierto que la diputada tiene por costumbre gritar a los cuatro vientos sus consideraciones sobre el mundo, casi siempre impulsada por una vehemencia y una fogosidad a las que no es ajeno el timbre de su voz. Pero debajo de la crispación están las ideas. No todo es ideología, claro. A veces se reduce a una cuestión de celos, o de...

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