Banderazo, disturbios y la famosa auditoría

Se palpitaba. La tensión no se aparta ni un segundo de la vida de River. Las heridas que dejó la derrota con Belgrano en el primer partido de la Promoción están abiertas. La crisis por la que transita el club que quedó al borde del descenso suma más capítulos. En las últimas horas, distintos estamentos del club empezaron a sentir cómo la situación se escapa de las manos. Ni el más pesimista pensaba que se podía llegar tan lejos, tan bajo. La pérdida de la categoría quedó a un paso y entonces la angustia y el sufrimiento se metieron en el corazón de los hinchas millonarios.Más allá de las especulaciones que se pueden presentar en estos casos, los hinchas organizaron un banderazo en la puerta del Monumental. Desde temprano muchos cuadros políticos llamaron a mantener la calma y buscaron frenar cualquier manifestación masiva antes del partido del domingo. Pero no pudieron frenar el descontento general y todo terminó mal...Desde las 18, los hinchas comenzaron a concentrarse en la puerta de Figueroa Alcorta. Después de autoconvocarse a través de distintos medios y foros (en algunos, un gran número de mensajes incitaba a la violencia contra el plantel de Belgrano y los jugadores propios), los simpatizantes llegaron en grupos aislados y unos 600 individuos cantaron contra los dirigentes y hacia los jugadores. "Esto es River y hay que ganar (...) ¿no se enteraron?", profesaba una de las banderas colgada enfrente a la entrada al club. Luego, a las 19.30, la policía intentó dispersar a los simpatizantes lanzándole el líquido azul de los carros hidrantes, y todo empeoró. La gente, enfurecida, les arrojó piedras. Algunos presionaron sobre una de las puertas del Monumental y se metieron en las instalaciones mediante una estampida.No habían pasado ni 24 horas del espectáculo triste y patético más visto de la TV, cuando un grupo de vándalos ingresó anteanoche en la cancha de Belgrano para pedir más entrega a los jugadores de River, que otra vez el club estaba hundido en un nuevo conflicto. Dentro de la calle principal del Monumental dos filas de efectivos de Infantería impidieron que el grueso de los hinchas pudiera avanzar sobre las instalaciones del club, que en ese momento estaba cerrado. Anteriormente hubo una actividad mínima en las oficinas administrativas y funcionó el Instituto educativo hasta las primeras horas de la tarde.El presidente del club, Daniel Passarella, que pone el pecho para respaldar a su...

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