Presiones y disputas internas, los ejes del malestar presidencial

El punto de inflexión del profundo malestar de Cristina Kirchner con los sindicatos y la CGT de Hugo Moyano fue la amenaza la semana última de Pablo Moyano, jefe del gremio de los camioneros, de "parar todo el país" durante el conflicto del transporte de combustible. La gota que rebasó el vaso ocurrió anteayer: la Presidenta se enfureció cuando el sindicato del personal jerárquico de Aerolíneas Argentinas dejó sin vuelos a los usuarios con un paro sorpresivo durante medio día.Como anticipó anteayer LA NACION, la Presidenta busca ahora advertir que si los gremios y Moyano no le garantizan paz social y gobernabilidad, ella podría replantear su proyecto de reelección. Y ayer lo dijo con todas las letras. ¿Quién tomaría la posta en ese caso? Silencio."La amenaza de Pablo Moyano hartó a la Presidenta. Sospecha que los Moyano quieren resolver espacios de poder con demostraciones de fuerza permanentes", dijo una fuente allegada a Cristina Kirchner. Y buscó, dicen, el apoyo de la sociedad y de los empresarios."Si no le garantizan paz social ni cuidan el modelo, ella tiene los votos, pero que la candidatura la tome otro. Eso dijo la Presidenta", reseñaron en la Casa Rosada. La mayoría de los funcionarios aseguran que ella no romperá con la CGT ni renunciará a su reelección. Sin embargo, admitieron, la Presidenta dejó abierta esa amenaza, y la advertencia de Julio Piumato de que la ruptura sería "un suicidio" enrareció el ambiente.Aquel paro camionero ocurrió 24 horas después de que Cristina Kirchner le pidió a Moyano y a la CGT que moderaran los reclamos para que el año electoral no fuera conflictivo. La respuesta fue la amenaza de Pablo Moyano.La Presidenta tuvo un fin de semana de meditación en El Calafate. Su demora por unas horas en regresar a Buenos Aires obedeció a un homenaje íntimo a su esposo muerto, el ex presidente Néstor Kirchner: el domingo pasado hubieran cumplido 36 años de casados."El problema es que antes el conflicto sindical era contenido por Néstor y por su ministro de Planificación Julio De Vido"...