La disidencia cubana deja su marca en las urnas con una abstención histórica en las municipales

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel vota en un centro durante la primera vuelta de las elecciones municipales, el domingo 27 de noviembre de 2022, en La Habana, Cuba.

BOGOTÁ.- La revolución cubana cosechó el domingo el peor resultado "electoral" de su historia , pese a que se trataba de unas votaciones municipales teledirigidas desde el poder , con sólo candidatos militantes o en la órbita del Partido Comunista de Cuba (PCC) y sin observación independiente de ningún tipo. Sólo acudió a las urnas el 68,58% del padrón electoral, lo que supone una abstención histórica del 31,42%.

Muy lejano queda el 97% de apoyos que obtenían en los tiempos gloriosos de Fidel Castro . Desde las últimas municipales de 2017, el castrismo ha perdido más del 20% de los apoyos, ya que entonces acudió a las urnas el 89% de los votantes. Incluso el resultado final es peor ahora que hace casi dos meses, cuando el gobierno llevó a referéndum la aprobación del Código de Familias, con una abstención oficial del 25,88%.

El próximo domingo se celebrará la segunda vuelta sólo para 950 de las 11.500 circunscripciones , ya que los aspirantes no alcanzaron la cantidad necesaria de votos. Y para marzo y abril del año que viene ya se preparan los elecciones generales que confirmarán al presidente, Consejo de Estado y los diputados que formarán parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Miguel Díaz-Canel es el elegido por Raúl Castro y el aparato para, de momento, continuar al frente del país.

Todos ellos no son elegidos directamente por el pueblo, porque al igual que en las votaciones del domingo los candidatos seleccionados son filtrados y aprobados en su totalidad por el PCC en busca del "perfeccionamiento de nuestra democracia socialista" , tal y como reza la doctrina del propio PCC, órgano rector de la sociedad cubana y único partido permitido. La oposición es ilegal, no existe para el Estado.

La mayor parte de la disidencia apostó por la abstención, mientras que el Consejo para la Transición Democrática en Cuba intentó introducir siete candidatos en las listas y finalmente sólo consiguió hacerlo con uno entre los más de 26.000 que presentaba el gobierno. El voto nulo o la papeleta en blanco eran las otras opciones para los discrepantes, sobre todo para quienes sufren el hostigamiento directo de la revolución y se ven en la obligación de acudir a las urnas. Entre los casi seis millones de votantes, el 5,22% depositó papeletas blancas y el 5,67%, nulas.

El ministro...

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