Discriminado por portación de apellido

Desde esta columna editorial hemos denunciado cómo en la Argentina actual, gravemente despojada de contenido republicano, se han venido rechazando propuestas de ascenso de no pocos jóvenes militares con intachables antecedentes y cuyas fojas de servicio se desarrollaron completamente durante el período democrático abierto en 1983, por lo que ninguno de ellos había participado en la lucha contra el terrorismo y cuyas edades los apartaban de modo elocuente de aquella época trágica. Todos ellos, sin embargo, tenían algo en común: un padre o algún pariente que habían prestado servicios en cuarteles sindicados por organismos de derechos humanos como parte del esquema militar que reprimió a la guerrilla de los años setenta. Ello motivó que fueran marginados de los ascensos a los que fueron propuestos por sus superiores, por simple portación de apellido.

Lamentablemente, las discriminaciones por estas mismas razones se han extendido a otras áreas del Estado. En el Poder Judicial, por ejemplo, existe un caso de evidente discriminación que lleva casi ocho años, cuyo protagonista es el doctor Ignacio Rodríguez Varela, actual secretario de la Fiscalía de Distrito de los barrios de Saavedra y Núñez, cargo al que accedió luego de veinte años de haber ingresado a la Justicia y de desempeñarse en los diversos estamentos que componen la carrera judicial.

Desde 2005, el doctor Rodríguez Varela se presentó en seis concursos múltiples, en todos los cuales obtuvo las más altas calificaciones. En tres de ellos integró nueve ternas, habiendo ocupado el primer lugar en seis de ellas. Dos de los concursos terminados eran para cargos de fiscal. En uno de ellos ocupó el primer lugar, encabezando las ternas de las dos vacantes y, de haberse respetado el orden de mérito, su propuesta estaría hoy en el Senado de la Nación. No obstante, fue excluido arbitraria y sistemáticamente en todas las propuestas y nombramientos que se hicieron.

La prueba más clara y concluyente de la discriminación de la que viene siendo objeto Rodríguez Varela, está dada por el siguiente hecho: de los 162 concursos llamados por el Consejo de la Magistratura para cubrir cargos de jueces, donde se elaboraron 323 ternas, y de los 50 concursos convocados para cubrir cargos de fiscales, en que se confeccionaron 64 ternas, fue el único aspirante que quedó excluido de los pliegos, no obstante haber integrado seis ternas en el primer lugar, no existiendo un solo dictamen, opinión o fundamento en el cual...

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