Los discretos diálogos de Vidal con el PJ para evitar sorpresas ingratas

Se reunió con y para intentar reconstruir en privado los puentes que o algunos de sus ministros dinamitaron en público. Con trazos más sutiles, repitió la tarea frente al Papa, en Roma, justo en la previa de la votación de la legalización del aborto. Y encaró una seguidilla de conversaciones con intendentes y sindicalistas del PJ para frenar el traspaso de AySA, Edenor y Edesur. Ante esos caciques se dejó ver fastidiada. "Descolocada", dicen ellos. También preocupada: les pidió que le avisen si olfatean algún atisbo de estallido social en el conurbano.

Fueron semanas atípicas las que transitó María Eugenia Vidal desde que se inició la corrida cambiaria que derivó en , y que alteró el gabinete, erosionó las encuestas propias y las expectativas ajenas y, de yapa, habilitó a los gobernadores del PJ a exigir que el ajuste mayor que reclama el FMI caiga donde más gasta la Casa Rosada: la provincia de Buenos Aires.

Que Vidal se reúna con dirigentes opositores no es inusual. Sí que lo haga para recoger los platos rotos por la Casa Rosada o para pedir auxilio a peronistas frente a una amenaza de otros peronistas, los gobernadores. También fue inusual que, entre trámite y trámite, le haya pedido a Macri la cabeza de un ministro, el ya renunciado .

Cerca de Vidal reconocen que la gobernadora fue contra Cabrera. Que contó con el apoyo del jefe de gobierno porteño, , quien nunca ponderó el trabajo del exministro de Producción ni cuando era funcionario porteño. Pero también aseguran que la decisión final fue de Macri. Que se enteraron cuando ya había sido tomada.

En La Plata también admiten que no es exagerado que los intendentes describan a Vidal como "descolocada" ante la arremetida de los gobernadores por AySA, Edesur y Edenor. Pero aseguran que los peores días ya pasaron. "Me rompí el traste para ordenar la administración provincial, recuperé el Fondo del Conurbano que el PJ nacional le había quitado a la provincia, ¿y ahora quieren trasladarme más gastos para que la provincia vuelva a ser inviable?", fue el planteo que, palabras más o menos, Vidal repitió a una decena de caciques del PJ y el massismo.

Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Juan Zabaleta (Hurlingham), Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Walter Festa (Moreno), Julio Zamora (Tigre) y Luis Andreotti (San Fernando) están entre los que recibieron en vivo o por teléfono ese pedido.

Algunos escucharon o quisieron escuchar...

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