Disciplina y autoridad: ¿conceptos perimidos?

Autoridad y disciplina son conceptos de necesaria vigencia en actividades que cotidianamente realizamos. Ambas adquieren especial significado cuando se las vincula a la escuela de nuestro tiempo y por su íntima conexión con los cambios que se han venido operando en la vida familiar, comunitaria y social, pues lo que ocurre en cada uno de esos planos afecta a los demás y ejerce una de las nuevas generaciones. Pero en los últimos años la autoridad del docente y la disciplina en el ámbito escolar han comenzado a ser aceptadas de modo desigual por numerosos padres de alumnos, razón por la cual se han multiplicado incidentes penosos que contrarían el espíritu de comprensión y apoyo que debería aliar a la familia con la escuela en la tarea común de educar.Si se comienza por el significado de los términos citados para encontrar un acuerdo, se advierte que ambos han evolucionado a través de los siglos. Así, la autoridad docente implica una condición reconocida de legitimidad que posee una persona para enseñar y conducir a los grupos de alumnos. Esa facultad que le da su cargo tiene en muchos casos un crédito adicional, concedido por la calidad de su formación y el prestigio alcanzado.La disciplina, término que deriva de una voz latina que significa "aprender, instruir", posteriormente aludió a lo que era "el objeto de conocimiento" y, finalmente, a "la conducta y la actitud mental que predisponen favorablemente para realizar una actividad", que, en el caso de la escuela, es una cuestión central para la convivencia.Una prolongada tradición, arraigada en la Antigüedad, entendió la disciplina de manera autoritaria. En los tiempos contemporáneos, se ha impuesto una...

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