Dirigentes de elite, el desafío urgente

TORONTO.- El Enard repartió en becas para atletas y entrenadores 352 millones de pesos en los 15 meses previos a los Juegos Panamericanos de Toronto. "Una preparación sin precedentes", anunciaron. Pero, ¿alcanza sólo con repartir dinero para que el deporte argentino crezca? Todos los deportistas destacaron el apoyo económico del Enard o la Secretaría de Deporte. Pero por lo bajo, muchos criticaron a sus federaciones por negligencia en su conducción, decisiones arbitrarias de designaciones de deportistas a los torneos, asignaciones a dedo de becas y hasta aprietes a atletas. Si te quejás, te sacan la beca. Si acompañás, la mantenés.

No todos los dirigentes son corruptos; no todos son negligentes. Aunque no sean mayoría, los hay probos, dedicados y serios en su conducción. Pero a veces, desde la condición de ad honorem, las buenas intenciones no alcanzan.

Pedir profesionalismo en deportes que suelen ser amateurs es difícil, pero sí es hora de empezar a reclamar dirigentes que estén a la altura de esos atletas de élite. El apoyo económico de los últimos años del Enard posibilitó que muchos deportistas se dedicaran en tiempo completo a su actividad. Muchos se ganaron el derecho de no verse obligados a ser malabaristas del bolsillo o tener que complementar con otro trabajo.

¿Y los dirigentes? Alguna vez, un presidente de una entidad deportiva dijo: "Es hora de que se evalúe si es correcto que nosotros sigamos ejerciendo ad honorem. Yo tengo gastos de viaje, descuido el laburo. Ojo, me encanta lo que hago pero? Pensalo". Ese "pero" puede ser peligroso. Hay dirigentes que se atornillan al poder para seguir gozando de beneficios exclusivos, como sueldos de...

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