Los diputados le ponen fin a la incógnita: deciden si avanza el impeachment a Dilma

BRASILIA.- Llegó el "Día D" para Dilma Rousseff. En medio de una gran expectativa, con el país políticamente polarizado y la economía sumida en una gravísima recesión, después de una maratónica sesión de debates que empezó anteayer la Cámara de Diputados brasileña decidirá hoy si abre un proceso de impeachment contra la debilitada presidenta, acusada de haber maquillado las cuentas públicas para esconder el déficit y garantizarse la reelección en 2014.

El número clave de votos entre los diputados será de 342, es decir, dos tercios de los 513 miembros de la Cámara, para que el proceso pase al Senado, donde deberá ser ratificado luego por una minoría simple entre sus 81 miembros. Sólo en ese momento la presidenta sería apartada de su cargo por un período máximo de 180 días.

En ese plazo, los senadores deberán decidir -entonces también por dos tercios- si cometió o no los "crímenes de responsabilidad" de los que la acusa la oposición, a la que se sumó en las últimas semanas un gran número de ex socios de la coalición gubernamental encabezada por el Partido de los Trabajadores (PT).

Quien asumiría el poder -primero temporalmente y luego de forma definitiva si Dilma es destituida de hecho- es el vicepresidente Michel Temer, del ex aliado Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Temer está denunciado por haberse beneficiado de la red de corrupción en Petrobras y acusado por el gobierno de estar detrás del "golpe" contra la presidenta.

"Todo esto hace de este juicio un gran fraude. En verdad, el mayor fraude jurídico y político de la historia de nuestro país. Destituir a una presidenta por impeachment sin que ella halla cometido crimen de responsabilidad es rasgar la Constitución brasileña. Se trata de un golpe contra la República, contra la democracia", alegó Dilma en un video que divulgó anteanoche por las redes sociales luego de ser aconsejada a no usar la cadena nacional para fines políticos.

Ayer, la mandataria pasó todo el día recluida en su residencia del Palacio da Alvorada, en el que recibió a diputados indecisos con el fin de convencerlos a apoyarla, o por lo menos a no votar. Es que las abstenciones o ausencias se computarán como votos a favor de la presidenta, que debería reunir al menos 171 respaldos para descarrilar el proceso.

Sus negociaciones detrás de escena, articuladas por su padrino político, el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, despertaron la sospecha de los opositores, liderados por el Partido de la Social...

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