Dilma sin paz: abucheos, críticas y nuevas delaciones

RÍO DE JANEIRO.- Dilma Rousseff . Dos días después de que su discurso por el Día Internacional de la Mujer fue opacado por "cacerolazos" en diversas ciudades de Brasil, la presidenta fue recibida ayer por , empresarios y sindicatos criticaron su programa de ajuste económico, y un arrepentido que participó de la red de sobornos de Petrobras involucró directamente al tesorero del Partido de los Trabajadores (PT).

"¡Fuera, ladrona!", le gritaron por la mañana expositores y trabajadores que aguardaban a la mandataria para la inauguración del XXI Salón Internacional de la Construcción, en San Pablo. La feria todavía no había abierto al público, pero la enardecida reacción de la gente que ya estaba dentro del pabellón de exposiciones obligó al equipo de seguridad de la presidenta a hacerla entrar por un camino alternativo.

Una vez adentro, y frente a una platea de empresarios, la mandataria buscó calmar los ánimos y afirmó que pese al deterioro de la economía, el escándalo de Petrobras y los enfrentamientos en la alianza gobernante, el país no está en crisis.

"Brasil pasa por un momento difícil, más difícil que los que tuvimos en años recientes, pero estamos lejos de vivir una crisis de las dimensiones que algunos dicen que estamos viviendo", resaltó Rousseff para luego defender su programa de ajuste económico destinado a poner en orden las cuentas públicas.

"Estamos haciendo ajustes, pero no abdicamos ni abdicaremos en establecer las condiciones para que, lo más rápido posible, tengamos una economía más competitiva y más dinámica. Por eso, no dejen que las incertidumbres coyunturales determinen su visión de futuro de Brasil", agregó.

Sus palabras chocaron con el último informe semanal Focus, del Banco Central, que releva las proyecciones de los analistas del mercado, y pronostica que este año el PBI se contraerá un 0,66%, y que la inflación alcanzará el 7,7%.

Lejos de allí, en su sede de la emblemática Avenida Paulista, autoridades de la poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp) se habían reunido con líderes de seis centrales sindicales para sellar una alianza patronal-gremial en contra del plan de ajuste.

"Estamos muy preocupados con el momento que Brasil pasa y queremos encontrar caminos para una mejora urgente", señaló el presidente de la Fiesp, Paulo Skaf.

Para el próximo domingo, varios grupos ciudadanos organizados a través de las redes sociales convocaron a manifestaciones en todo el país en contra de la...

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