Dilma y Lula ordenan la contraofensiva para alejar la amenaza de juicio

RIO DE JANEIRO.- La contraofensiva está en marcha. Tras acusar el recibo que supuso anteanoche la inesperada decisión del titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de aceptar el pedido de impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff, el gobierno brasileño empezó a desplegar ayer una amplia estrategia para evitar la destitución de la jefa de Estado, que incluye movilizaciones en la calle y presentaciones ante la justicia.

"Estoy indignado con lo que están haciendo con el país. Cunha sólo está pensando en él; no piensa en el país, en la economía. Brasil no merece esto, no es sano. Nose puede permitir que esta locura provocada por Cunha prosiga; hay que resolverlo inmediatamente", exhortó el líder máximo del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, antecesor de Rousseff.

Fue la señal que la militancia del PT esperaba: de la mano de sindicatos y movimientos sociales, empezó a preparar manifestaciones callejeras para hacerse sentir con fuerza.

Ya anteanoche las redes sociales habían estallado en una guerra virtual de acusaciones de "golpista" contra el presidente de la Cámara de Diputados, y el hashtag #foracunha (fuera Cunha) se apoderó de las cuentas de Twitter petistas. En tanto, en San Pablo, Río de Janeiro y Brasilia, pequeños grupos a favor del impeachment salieron a festejar aunque reconocieron la falta de legitimidad del desprestigiado Cunha.

A la cabeza de la operación defensiva del gobierno, el propio Lula calificó la movida del controvertido político como "irresponsable y un acto de venganza" ante su probable remoción de la Cámara de Diputados por medio del Consejo de Ética de ese cuerpo.

Acusado por la Procuraduría General de la República de beneficiarse de sobornos de la red de corrupción en Petrobras y de haber ocultado unos cinco millones de dólares en cuentas suizas, Cunha se negó a dejar su puesto y anteayer utilizó su carta más valiosa poco antes de que el Consejo de Ética se dispusiera a aprobar su sanción (la votación ahora sería el próximo martes).

Antes, sin embargo, Cunha mantuvo oscuras negociaciones con el gobierno en un intento por llegar a un acuerdo: él no avanzaría con el proceso de juicio político -prerrogativa que tiene por su cargo- a cambio de que el PT influyera sobre sus diputados en el Consejo de Ética para que votaran a favor de su absolución.

Aunque Cunha pertenece a la principal fuerza aliada del PT, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), cuando surgieron las...

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