Dilma espera una larga batalla para evitar el juicio político

RÍO DE JANEIRO.- Tras los reveses judiciales que sufrió en el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) y en el (TSE), que acercaron la posibilidad de que sea sometida a un impeachment, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, convocó ayer a una reunión de gabinete para analizar la peligrosa situación en la que quedó, aunque el presidente de la Cámara de Diputados, el opositor Eduardo Cunha, advirtió que las próximas batallas en el Congreso tomarán tiempo.

"No va a ser un embate rápido, pues el trámite es lento", señaló Cunha en relación con el análisis que debe hacer ahora la comisión mixta de presupuesto sobre los balances contables del año pasado que el TCU le rechazó al gobierno por numerosas irregularidades.

Según esa corte auditora, en un intento de maquillar el déficit, el gobierno retrasó transferencias de fondos a los tres bancos públicos -el Banco do Brasil, la Caixa Económica Federal y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social- con los que las entidades debían pagar cuotas de programas sociales.

Los bancos se vieron forzados a , lo que en la práctica representa un préstamo al gobierno que tendría que haber sido autorizado por el Congreso. Para el TCU, Rousseff incurrió en un delito de responsabilidad fiscal que puede ser sustento legal para iniciar un proceso de juicio político en el Congreso, como busca la oposición.

Antes, sin embargo, la opinión del TCU debe pasar por la comisión mixta del Parlamento, y luego los legisladores deben votar por el comienzo del impeachment. Si se llegara a esa instancia, la presidenta debería dejar el poder y asumiría el vicepresidente, Michel Temer, perteneciente al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

"No hay plazo, eso va a demorar. Probablemente no sea revisado este año por la comisión mixta; creo que es difícil que ellos consigan hacerlo este año", apuntó Cunha, también del PMDB, aunque él personalmente se ha declarado opositor al gobierno.

El presidente de Diputados es el encargado de aceptar o rechazar cualquier pedido de impeachment que llegue a la Cámara, y tiene en sus cajones aún un par de solicitudes civiles sobre las que debe decidir, lo que podría precipitar una movida en ese sentido antes de que la comisión mixta evalúe las cuentas oficiales. Sobre todo si se tiene en cuenta que Cunha está acusado de beneficiarse del esquema de corrupción en Petrobras y podría utilizar un juicio político contra...

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