Dilma, en apuros por una serie de nuevos frentes

RÍO DE JANEIRO.- Un año atrás, nadie en Brasil osaba poner en duda la reelección de la presidenta Dilma Rousseff en las elecciones de 2014. Hoy, desde los frentes económico, político y social, cada vez son más las piedras que se le cruzan en el camino y que amenazan con desbaratar el proyecto de poder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).Analistas locales, la prensa y observadores extranjeros coinciden en que el principal obstáculo que tiene la mandataria es el económico. Desde que asumió, en enero de 2011, el desempeño de la economía ha sido decepcionante: el gigante sudamericano creció un 2,7% ese año, apenas un 0,9% en 2012, y para este año las previsiones originales de una expansión del 3% ya fueron reducidas a un 2,5%.Esta semana, la calificadora de riesgo Standard y Poor's expuso claramente el nerviosismo que se instaló desde hace unos meses en los mercados financieros al rebajar las perspectivas económicas de Brasil de "estables" a "negativas" en los próximos dos años, por la falta de crecimiento y la demora en las obras de infraestructura prometidas destinadas a incrementar la productividad."Las medidas que el gobierno viene tomando desde hace tiempo para aumentar el ritmo de crecimiento, impulsar la industria y las inversiones privadas no están teniendo efecto. Y, para peor, la contención de la inflación, que era prioritaria, también está dando señales de que se le está yendo de las manos", comentó a LA NACION el analista Rafael Cortez, de la consultora Tendencias, en San Pablo.Si bien las presiones inflacionarias, que habían llegado a su máximo en enero (0,86%), fueron reducidas desde entonces, el acumulado en los últimos doce meses es ya del 6,5%, el techo de la meta impuesta por el propio gobierno: 4,5%, con un margen de dos puntos arriba o abajo. En muchos alimentos, el aumento de los precios fue incluso mayor, lo que llevó a que muchas familias cambiaran sus hábitos de consumo en el supermercado.A esta ecuación de bajo crecimiento y mayor inflación, que explotó al máximo el precandidato presidencial del opositor Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), Aécio Neves, se le sumó un aumento en el tipo de cambio. En los últimos días, el dólar llegó a ser vendido a 2,15 reales por unidad, su mayor cotización desde abril de 2009, con lo que se espera un mayor repunte inflacionario."Todas éstas son nubes cargadas que se van formando en el horizonte. Pueden afectar la popularidad de Dilma y reducir sus posibilidades de que sea reelecta...

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