Los dilemas de Vidal y la olla a presión de Juntos por el Cambio

María Eugenia Vidal.

La anterior vez en que un dirigente nacional permaneció callado durante un tiempo prolongado luego de tomar una drástica decisión, cuando reapareció fue un fiasco porque no tenía nada superador para ofrecer y su carrera política se volvió insustancial.

Muchos intuyeron que tras la abrupta renuncia de Chacho Álvarez como vicepresidente del gobierno de la Alianza, en octubre de 2000, se escondía una jugada magistral que en algún momento se develaría. Nunca sucedió. Su alejamiento solo precipitó el fin de la gestión de Fernando de la Rúa, que naufragó un año después en medio de la catástrofe socioeconómica de 2001.

Exactamente veinte años más tarde, en el contexto de una devastación similar, o más profunda todavía, por culpa de la pandemia, las restricciones abusivas y los deterioros estructurales acumulados desde ese agitado comienzo de siglo, otro silencio sugestivo, pétreo y persistente atravesó todo 2020, el año de mayor incertidumbre y desasosiego sanitario y social de los argentinos: el de María Eugenia Vidal. La gran expectativa política que generó mientras pasaba el tiempo y se mantenía callada ¿fue satisfecha cuando volvió a hablar?

La exgobernadora bonaerense regresó a la palestra pública con un libro bajo el brazo, que aunque cuenta con algunas definiciones políticas y varias autocríticas de su gestión, es más bien introspectivo, con evidente carga de diván. De hecho, prologa ese trabajo el psicoanalista José Eduardo Abadi, que conoce al personaje profesionalmente. En reuniones reservadas de Pro se afirma que MEV nunca pudo superar la derrota que le infligió Axel Kicillof, por mucho argumento "psi" que se esfuerce en autoaplicarse en sus escritos y alocuciones.

En su momento, Vidal postergó la presentación de Mi camino para no superponerse a la muy concurrida de Mauricio Macri y su libro. Cuando lo hizo, la multiplicación de contagios la obligó a hacerlo dentro de una cuidada burbuja virtual en diálogo con Eleonora Cole, lo que subrayó su soledad en medio de una vacía e inmensa Usina del Arte. Su concurrencia a la mesa de Mirtha Legrand -atendida por su nieta Juana Viale-, con su pareja, el periodista Quique Sacco (se habían conocido en ese mismo programa, en 2019), derivó en un tono más propio de la revista ¡Hola! y lo político pasó a segundo plano.

Vidal

Pero luego se entregó a un frenesí de entrevistas con periodistas taquilleros (otorgó unas quince de las aproximadamente 150 que llegaron a su oficina de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR