Los diez años del Centro Cultural de la Cooperación

El Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini cumple diez años de vida. Durante este tiempo, por sus tres vitales salas (Solidaridad, Raúl González Tuñón y Osvaldo Pugliese) pasaron artistas de la talla de Lorenzo Quinteros, Ricardo Bartís, Roberto Villanueva, Cristina Banegas, Elena Tasisto, Pompeyo Audivert, Leonor Manso y Eduardo "Tato" Pavlovsky, entre otros. Allí, se han desarrollado actividades en quince disciplinas distintas, abarcando un amplio espectro de lenguajes artísticos y diversas ramas de las ciencias sociales. Y además de cartelera, el CCC también ha ofrecido un espacio para la experimentación y la investigación."Nosotros somos cooperativistas, y en los años 80 y 90 ese paradigma tuvo una crisis a partir del triunfo de otra idea que estaba en las antípodas, que es el neoliberalismo. Frente a eso, lo que este movimiento cooperativista se planteó fue armar un centro cultural que tenga una visión crítica de todo eso y salga al encuentro ?desde las artes, las letras y las ciencias sociales- con la idea de mostrar otra visión del mundo, otros valores sociales, políticos y artísticos, estéticos", explica Juan Carlos Junio, quien asumió la dirección del CCC hace ocho años, tras el fallecimiento de Floreal Gorini, su fundador.Si bien desde su concepción el CCC privilegia a los creadores argentinos y latinoamericanos, también se han promovido allí varias revisiones de obras clásicas. Algunas de las más recordadas puestas son La gran marcha, una adaptación de Coriolano, de Shakespeare, escrita por Eduardo Pavlovsky, quien la interpretó junto con Norman Briski; Emma Bovary, protagonizada por Julieta Díaz y dirigida por Ana María Bovo, y La señora Macbeth, dirigida por Pompeyo Audivert y protagonizada por Cristina Banegas.Juano Villafañe, director artístico del Centro, destaca el carácter integral de las propuestas del espacio. "Es una programación que incluye la cartelera, pero también se asocia a otras relaciones de lo artístico que tienen que ver con la experimentación y las políticas culturales, con una relación intergeneracional que va desde los grandes maestros, como Cristina Banegas, Norman Briski, Mauricio Kartun, Elena Tasisto, Eduardo Pavlovsky, Patricio Contreras y Leonor Manso, a las generaciones intermedias, con exponentes como Pompeyo Audivert, Ingrid Pelicori y Alejandro Awada, entre otros, o a la más novísima generación...