A diez años de la masacre, Patagones espera justicia

CARMEN DE PATAGONES.– Hace exactamente diez años, en esta ciudad, un chico de 15 años fue a la escuela con un arma y abrió fuego contra sus compañeros. Mató a tres e hirió a cinco. La masacre de Patagones se llamó al episodio.Hoy habrá actos y homenajes. Se inaugurará un monumento que recuerda la tragedia y cuando caiga el sol, cientos de velas encendidas serán depositadas en el río que separa Buenos Aires de Río Negro. Pero las heridas, lejos de cerrarse, continúan abiertas. Las víctimas y sus familiares acusan el golpe de lo que para ellos es una falta de justicia, indiferencia e impunidad del primero y hasta ahora único caso de shooting ocurrido en una escuela de la Argentina.El autor fue Juniors, un alumno de primer año de polimodal de la escuela Islas Malvinas. Usó la pistola de su padre, un prefecto. Los muertos fueron Sandra Núñez, Federico Ponce y Evangelina Miranda; los heridos, Pablo Saldías, Rodrigo Torres, Cintia Casasola, Natalia Salomón y Nicolás Leonardi.Al horror siguieron las hipótesis que intentaban explicar lo ocurrido: se habló de bullying, se dijo que otro compañero había instigado a Juniors a cometer el crimen; las familias de ambos tuvieron que mudarse del pueblo al poco tiempo.Diez años después, no hay condenas judiciales -el joven era inimputable por su edad y los juicios civiles no progresan- y los sumarios administrativos por presuntas responsabilidades de parte del personal de la escuela continúan sin definición.Mientras tanto, la comunidad intenta sacar de la tragedia una lección de tolerancia, de aceptar y escuchar al otro. El viernes, frente a la Municipalidad maragata, hubo una jornada educativa convocada bajo el lema "Construyendo un puente por la paz", con competencias deportivas, talleres de arte, números de danza, teatro y hasta una canción en lengua de señas.Estuvieron presentes el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni; la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Nora de Lucía; el intendente municipal, Ricardo Curetti (que ya ocupaba el cargo cuando ocurrió la masacre), y otras autoridades, entre ellas, la actual directora de la escuela, Adriana Roumec.Los discursos de los cuatro se estructuraron en torno a elementos en común: el dolor, la angustia, el olvido, lo que han perdido, dijo Roumec."Papás y mamás han vuelto a confiar", se jactó Curetti. "Veo una resignificación del dolor en generosidad, en amor, en paz", dijo De Lucía."Esta comunidad encontró un rumbo. No puedo decir que hoy sea un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR