Un diagnóstico que lleva el sello de Obama

WASHINGTON.- Con denuncias sobre corrupción y presiones a la libertad de expresión, la Argentina tuvo luces amarillas en el informe anual sobre derechos humanos en el mundo. Se trata de una paciente revisión en 194 países que el Departamento de Estado califica de un "exhaustivo" instrumento "no para hacer política, sino para tener en claro qué está ocurriendo con los derechos y garantías individuales" en todo el planeta, según dijo el responsable del área, Michael Posner.En medios locales, sin embargo, no deja de mencionarse que el informe constituye un elemento de peso a la hora de calificar el cuadro de salud cívica de un país y de sus instituciones. La Argentina no escapa a la norma. En su caso, con un capítulo de 25 páginas elaborado mucho antes de que su relación con Washington se tensara a raíz del incidente con el avión militar llegado al país para un ejercicio policial, al que se le incautó parte de su carga en un operativo supervisado por el canciller Héctor Timerman.Sí se sabe que buena parte de ese trabajo recayó en la legación diplomática que lidera la embajadora Vilma Martínez, según se explicó a LA NACION.Eso incluye el apartado sobre libertad de expresión y situación de la prensa que -por primera vez y por pedido expreso del presidente Barack Obama- se incluye en el informe como título específico.La directiva en ese sentido lleva el nombre de Daniel Pearl, el corresponsal norteamericano asesinado hace nueve años en Paquistán, a manos de Al-Qaeda. "Esto es para recordar que hay gente que haría cualquier cosa para silenciar a un periodista", dijo Obama, en el momento de sancionar la norma."Sabemos la expectativa que este informe despierta en gobiernos y organizaciones de todo el mundo", dijo ayer la secretaria de Estado, Hillary Clinton.Aun con sus bemoles -por caso, los Estados Unidos no está incluido en el texto-, la cartera a su cargo se muestra "orgullosa" de un informe que se...