Di Zeo y Mauro Martín, un pacto que quedó a la vista de todos

MENDOZA (De un enviado especial).– Eran ellos, apoyados sobre un paravalanchas del estadio Malvinas Argentinas. Sin secuaces que los representaran en la tribuna. Allí estaban juntos Rafael Di Zeo y Mauro Martín –acompañados por Marcelo Aravena–, a cara limpia y decididos a comandar la barra brava de Boca sin ningún tipo de intermediarios. Con total margen de acción, en definitiva.

Por primera vez se mostraron los dos en funciones, señal de que el pacto se consumó y goza de buena salud. Tanto tiempo enfrentados, con amenazas de sangre y fuego, finalmente arreglaron para que las dos facciones pudieran convivir en la búsqueda de los mismos intereses. Es un acercamiento que fue alentado por la entidad xeneize y por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, con la idea de evitar serios incidentes en plena temporada estival, un tesoro que quiere cuidar el kirchnerismo como imagen en pleno año electoral.

Di Zeo ingresó en el centro de la tribuna de Boca como si fuese una celebridad, vivado por los hinchas que lo rodeaban y que incluso le sacaban fotos. Luego se acomodó al lado de su viejo enemigo, Mauro Martín, el mismo que hace un tiempo lo había amenazado con cortarle el cuello, gesto que quedó patentado en una escalofriante foto en la Bombonera.

La pregunta es cómo ingresaron en la cancha, si sobre ellos...