Develan los enigmas de un tapiz de Rubens que desde hace 200 años tiene la Iglesia argentina

Una paciente investigación de casi tres años develó los enigmas que rodearon durante mucho tiempo al tapiz La Adoración de los Reyes Magos, que se exhibió en la Iglesia San Juan Bautista del barrio porteño de Montserrat y que en la actualidad ocupa una pared de una sala de la Conferencia Episcopal Argentina, en Suipacha 1032: el autor es el genial pintor barroco Pedro Pablo Rubens, fue tejido en el taller de Bruselas Brabante, llegó a estas tierras en un buque corsario y forma parte de una colección del rey Felipe V.Si bien hasta Manuel Mujica Lainez escribió un cuento sobre este tapiz en Misteriosa Buenos Aires y varios historiadores habían analizado la obra y cómo había llegado a Buenos Aires, el trabajo de Astrid Maulhardt, licenciada en Gestión e Historia de las Artes Decorativas, y Guy Delmarcel, director del Museo del Cincuentenario de Bruselas y profesor emérito de la Universidad de Lovaina, publicado en la revista de la Academia Real de Arqueología de Bélgica, ilumina finalmente las penumbras de esta obra flamenca."Hemos podido confirmar que el tapiz, que fue la obra de arte más importante que tuvo la Argentina en el siglo XIX, completa la serie que había encargado el rey Felipe V y que puede verse en la Colegiata de La Granja de San Ildefonso, en Segovia", sostiene Maulhardt, profesora titular de la cátedra Renacimiento y Barroco de la Universidad del Salvador (USAL). A esa serie de siete tapices sobre la historia de Cristo, encargada por el rey borbón a Rubens, su artista predilecto, solo le falta uno, el séptimo, que es La Anunciación de la Virgen y cuyo destino aún es incierto; el sexto es el que se encuentra en Buenos Aires.La pesquisa, que significó consultar archivos en la Argentina y en España, permitió confirmar que el tapiz formaba parte de la mercancía que llegó a Buenos Aires el 30 de agosto de 1817 a bordo del barco La Esperanza, que había partido de Cádiz rumbo a Manila como regalo del rey Fernando VII para el virrey filipino. La nave fue tomada por asalto por corsarios, que la derivaron a América del Sur.Y se confirmó que la obra, de 5,20 metros de alto por 6,90 metros de ancho, fue realizada por el taller Bruselas Brabante, en el cual se confeccionaron los tapices de Rubens sobre la base de sus pinturas.De hecho, la pintura La Adoración de los Reyes Magos, de menor tamaño que el tapiz (2,51 por 3,28 metros), es de 1617 y se exhibe en el Museo de Bellas Artes de Lyon. El grabado en blanco y negro de Lucas Vorsterman...

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