Detrás de la derrota, buenas señales

DUNEDIN, Nueva Zelanda.? El dolor por la derrota se percibía en los rostros de los protagonistas de una batalla que, pese al resultado adverso, sirvió para ratificar que los Pumas son un equipo competitivo y que están en el nivel de las grandes potencias. Ayer, durante 70 minutos dominaron a Inglaterra, que no supo cómo doblegar a los dirigidos por Santiago Phelan, pero los rugbiers argentinos no aprovecharon las oportunidades que se fueron presentando para cerrar el partido, que terminaron perdiendo por 13 a 9. Ese es el gran déficit de este equipo argentino: le cuesta marcar puntos.Pese al resultado, la actuación frente a Inglaterra tiene un valor reivindicatorio frente a las flojas presentaciones de los últimos años, pero fundamentalmente representa la inequívoca demostración de que el seleccionado se reencontró con su esencia. La llamada mística Puma, esa combinación de entrega, sacrificio y solidaridad que los hizo grandes, estuvo presente en el debut mundialista, en el Otago Stadium de Dunedin. La significativa transformación entre el test-match con Gales ?de irregular actuación? y la voracidad de ayer se sustentan en la perseverancia que mostraron los jugadores, unida al compromiso de superación para reconquistar un lugar en el escenario mundial. Si como dijo hace una semana el director de la IRB, el francés Bernard Lapasset, la Argentina tenía que demostrar en la cancha que estaba a las alturas de los grandes equipos para ingresar en el Tres Naciones, con la actuación de ayer se terminaron los cuestionamientos.Primera conclusión: este equipo, los nuevos Pumas, es competitivo y tiene un plan de juego claro y definido. Inglaterra propuso una batalla física y los Pumas contestaron de igual a igual. La defensa fue crucial desde el primer minuto. En este sentido, el doble tackle funcionó casi a la perfección. Sólo fallaron una vez, lo que provocó el único try del partido. Los Pumas salieron desde el primer minuto de juego a presionar a su rival. Los ocho forwards fueron los puntales para recuperar la pelota y ahogar la salida de las formaciones. La pareja de medios de la Rosa, Wigglesworth y Wilkinson, nunca estuvo cómoda en el partido. Ésa fue una de las claves del flojo rendimiento inglés, que se mostró errático y dubitativo.En medio de un aliento constante, los argentinos salieron a la cancha con ímpetu y rápidamente se pusieron en ventaja a través del pie de Felipe Contepomi, que por lesión ?ver pág. 4? sólo estuvo en la cancha 26 minutos. Poco...