El detenido que violó a Anahí tenía una causa por abuso sexual abierta en la Capital

Ya se sabía que su patrón genético lo incrimina gravemente en el ataque sexual y posterior homicidio de Anahí Benítez. Pero, tres meses antes del crimen, Marcelo Sergio Villalba había sido detenido, acusado de haber manoseado a una mujer a sólo nueve cuadras del Obelisco. Aquella vez recuperó la libertad en 24 horas, aunque quedó imputado de abuso sexual. La víctima de ese hecho descubrió la coincidencia a través de las noticias y difundió lo que le había sucedido a través de las redes sociales. En un posteo sostuvo que "Anahí estaría viva si la Justicia hubiese reaccionado adecuadamente" ante "ese aviso".

Esta novedad que se conoció ayer, casi a la misma hora en que, en los tribunales de Lomas de Zamora, las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey solicitaban la prisión preventiva para Villalba y para el otro detenido de la causa, Marcos Bazán, que vivía en la casa de la reserva natural Santa Catalina donde se presume que la chica, de 16 años, fue asesinada. El cadáver apareció, luego de una semana de rastrillajes, semienterrado a 300 metros de esa vivienda, el 4 de agosto.

La existencia de la nueva causa contra Villalba fue confirmada a la agencia de noticias Télam por fuentes judiciales, pero surgió a partir de lo que la propia víctima, Katia Documet Silva, publicó en Facebook. Un peritaje del Cuerpo Médico Forense hecho para este expediente concluyó que si bien Villalba puede comprender la criminalidad de sus actos, quizá no pueda dirigir sus acciones, lo que le abre una puerta a la inimputabilidad.

Las conclusiones del peritaje -que llegaron en las últimas horas al juzgado- indican que "si bien surge capacidad psíquica para comprender el disvalor de su conducta, surge verosímil un desmedro en su capacidad de dirigir su accionar debido a su precaria, impulsiva y bizarra organización de la personalidad".

En cuanto al hecho, Documet Silva lo contó así: "El 20 de abril de 2017, aproximadamente a las 12.30, mientras caminaba por la calle Carlos Pellegrini al 1200, a pocos metros de la esquina con Juncal, en dirección a Arenales, se me acercó un individuo que, con una manifiesta intención lasciva, puso fuertemente su mano derecha en mi cola".

Documet Silva, peruana llegada hace 19 años al país, casada con un abogado que la representa en el caso, relató que entonces reaccionó y la emprendió "a carterazos" contra el abusador. "Trató de escapar hacia la avenida 9 de Julio, pero fue reducido y aprehendido en el acto por el eficaz accionar de...

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