Se desvaneció en la fiesta; nadie lo ayudó

"Fue increíble, muchos seguían bailando alrededor de una persona tendida en el suelo, como si nada pasara. Un par buscábamos a alguien de la organización para que lo ayudara, pero en ese lío de gente era imposible moverse. Al final vinieron dos tipos de negro que lo patearon fuerte para ver si estaba borracho. Cuando se dieron cuenta de que no reaccionaba, lo agarraron y se lo llevaron."

Aún conmocionada, Vanina no pudo dormir. En medio del frenesí de la fiesta, se topó con un chico tirado en el suelo; se retorcía, inconsciente. "Parecía estar en medio de un ataque, era desesperante...", reveló, la voz marcada por la angustia, el cansancio y la desazón.

La noche del viernes era un acontecimiento especial para los fanáticos de la música electrónica: la Time Warp fue promocionada como una jornada "para perder noción de tiempo y espacio". Era su tercera versión local, pero al final se vivió una tragedia.

Hubo muchas irregularidades en la fiesta, según testimonios recogidos por LA NACION. "En la puerta no te pedían DNI ni te cachaban, sólo exigían que muestres la entrada", confió Pablo, de Villa Ortúzar. Reconoció que varias veces en la noche le ofrecieron drogas; eran dealers que, sin ningún tapujo, vendían su mercancía a cara descubierta.

Con el paso de las horas el volumen de asistentes se multiplicaba y comenzaron así algunos desmayos. Tanto Vanina como María coincidieron en que la cantidad de público dificultaba moverse por el lugar, y muchos salían de los pabellones para tomar bocanadas de aire fresco.

Pablo también tuvo reparos sobre la manera en que se organizó el evento: "Había poca vigilancia, tan sólo un par de personas de seguridad con chaleco fluorescente cerca del escenario, pero nada más", consignó. Y agregó que para él la fiesta se desarrolló con normalidad. "Yo salí a las 6, cuando terminó, y éramos un montón los que caminamos a tomar el colectivo, pero no se vieron ambulancias ni despliegue de ningún...