Después de una tregua, regresa la tensión política

Después de dos días de una semitregua con el caso de la desaparición de Santiago Maldonado, las posiciones volvieron a tensarse. Ocurrió después de que se conoció el resultado de las pruebas de ADN en los vehículos de la Gendarmería y de que un gendarme aceptó que había golpeado a la distancia a un manifestante con una piedra.

Tanto para el Gobierno como para la Gendarmería no sucedió nada que complique la situación de la fuerza de seguridad. Algunos mapuches y el cristinismo, a su vez, redoblaron la presión sobre el juez y la fiscal en una aceptación implícita de que la investigación judicial no se inclina hacia el lado que esos grupos políticos quisieran. Lo cierto es que todos aseguran no saber nada sobre lo que pasó con Maldonado y ese enigma es, muy por encima de las rencillas políticas, el problema más grave y siniestro que existe.

El propio presidente Mauricio Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, estaban expectantes desde hacía varios días por los resultados de las pruebas de ADN en los vehículos de la Gendarmería. Siempre les pareció una demostración contundente para inclinar la investigación hacia un lado u otro; es decir, hacia la culpabilidad -o no- de la Gendarmería en la desaparición de Maldonado. Una alta fuente gubernamental conjeturó el viernes pasado que "todo comenzaría de cero" si esas pruebas hubieran dado resultados positivos. Pero ayer el juez federal de Esquel, Guido Otranto, informó que los resultados habían sido negativos. No encontraron rastros genéticos de Maldonado en ningún vehículo de la Gendarmería. El mismo viernes anterior se había establecido que no había huellas digitales de Maldonado en los autos y camionetas de la Gendarmería.

Bullrich pidió ayer que, luego de tales resultados, se modifique la carátula de la investigación, que hasta ahora es "desaparición forzada". Esa figura sólo es aplicable a la desaparición de una persona por algún organismo del Estado o por alguien con la complicidad del Estado. Vale la pena subrayar algunas conclusiones de esa prueba de ADN hecha por un organismo independiente de la Universidad de Buenos Aires. Los peritos encontraron rastros genéticos de Maldonado en varias de sus pertenencias (mochila, casa donde habitó), pero no en los vehículos de la Gendarmería. Para Bullrich, esos resultados apartan a la Gendarmería como fuerza de seguridad de la desaparición de Maldonado; esto es, eliminan la hipótesis de un acuerdo corporativo para hacer desaparecer a una...

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