Desprotegido, a solas con sus secretos

Julio De Vido amaneció hoy por primera vez tras las rejas. Su caída es otra señal de la descomposición del peronismo. Y una respuesta a la demanda de regeneración institucional que exige con insistencia una parte de la sociedad. Aun cuando el sistema que llevó a la cárcel a este poderosísimo ex ministro sea el mismo que le regaló una década de inviolable impunidad. Podría ser la victoria del bien sobre el mal. Por ahora es el mal que se devora a sí mismo. De Vido perdió casi toda la protección de que gozaba. Apenas le queda la de los secretos que atesora.

Si es que sirven para algo. Los diputados de su bloque, con los del Movimiento Evita, no bajaron al recinto para reivindicarlo. Los compañeros del Frente para la Victoria se limitaron a una anodina conferencia de prensa en la que culparon al Gobierno de manipular los tribunales. Máximo Kirchner, el hijo del antiguo amigo y jefe de De Vido, ni siquiera apareció.

La defensa ni siquiera fue unánime. Con la excusa del desafuero se insinuó un realineamiento. Los diputados que responden al gobernador de San Juan, Sergio Uñac, y a José Luis Gioja, que estuvo ausente, votaron a favor de la sanción. Igual que los tucumanos de Jorge Manzur y la rionegrina María Emilia Soria, hermana del intendente de General Roca. Integran el bloque de De Vido, pero le soltaron la mano. No es casual. Pertenecen a distritos donde el Frente para la Victoria derrotó a Cambiemos. Uñac y Manzur se habían reunido un día antes para presentarse como los sobrevivientes de un naufragio. La izquierda cumplió con lo que había anticipado: el día que lo pidiera un magistrado, votaría el desafuero. Y los demás diputados peronistas abandonaron a De Vido. En los tiempos de gloria, muchos de ellos le besaban el anillo.

En el ocaso

El ex ministro quedó preso por dos causas: un desaguisado de recursos en Yacimiento Río Turbio y sobreprecios en las importaciones de gas natural licuado (GNL). En ambas el fiscal es Carlos Stornelli, quien molestó a De Vido en el apogeo, investigando el caso Skanska. En 2007, Stornelli pidió la indagatoria de varios funcionarios. Al poco tiempo le ofrecieron ser ministro de Seguridad de Daniel Scioli y aceptó. En 2010, Stornelli regresó a la fiscalía. Hace tres meses, perseverante, pidió el procesamiento de De Vido en esa misma causa. Ahora, quizá se lo concedan.

Con De Vido se completa el ocaso de la nomenklatura que manejó el mayor presupuesto durante el kirchnerismo. Ricardo Jaime (Transporte), José...

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