Despreciamos los hechos y amamos las teorías

Durante toda la semana, la opinión pública se ocupó de algo que no se podía nombrar. en el mismo lugar donde un hombre desapareció más de 70 días atrás. Los indicios -las rastas, las ropas, el DNI- indicaban que era el cuerpo de la persona por cuyo paradero se preguntaba todo el país. Todos, para verter sus opiniones sobre el caso, hablaban entonces como si lo fuera, pero antes hacían una salvedad: podía no serlo. Era una muestra de respeto a la familia del desaparecido, que decidió esperar los resultados de la autopsia para reconocer su identidad. Sin embargo, además de poner de manifiesto la voracidad de la opinión pública, la situación encierra una paradoja: el único dato en apariencia irrefutable se ponía en duda, pero enseguida se edificaban sobre él las más diversas especulaciones. Algunas plausibles, otras descabelladas, ninguna comprobada.

Es inevitable, claro. Pero hay un toque de esquizofrenia en esta conducta. Somos una sociedad que desprecia los hechos y ama las teorías. En este caso, además, muchas de esas teorías responden a dogmas previos cristalizados. O, peor aún, a intereses políticos. La prevención de la familia a la hora de reconocer el cuerpo se entiende por el grado de manipulación que rodea al caso. Llegó hasta tal punto que Sergio Maldonado, hermano de Santiago, dijo hace unos días que no le creía a nadie. Resumió así, sin quererlo, el sentimiento de desconfianza que prevalece en el país. En una sociedad ideologizada y dividida, con instituciones caídas en el descrédito, no parece haber una voz autorizada que pueda saldar con la verdad todos los interrogantes que el caso plantea.

Venimos de doce años de kirchnerismo. No es raro que la verdad importe poco o parezca inalcanzable. Para anularla, los Kirchner cavaron, desde el gobierno y sobre la huella de viejas heridas, la grieta que hoy divide al país. Además colonizaron en parte la Justicia con militantes o soldados pagos que fallan de acuerdo al relato y de espaldas a los hechos. Con el terreno abonado, ahora el kirchnerismo contaminó el caso Maldonado tal como hace unos años lo hizo con el de Nisman.

En otra cosa se parecen ambos casos. Tanto uno como otro irrumpen en momentos significativos. La muerte del fiscal se produce horas antes de una cita en el Senado donde iba a acusar a la ex presidenta de traición a la patria. El cuerpo de Maldonado aparece en el río Chubut días antes de unas elecciones legislativas en las que se juegan muchas cosas. Lo que afirman los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR